Científicos de la UGR descubren una nueva mutación que promueve el desarrollo tumoral
- El hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Leukemia, abre la puerta al desarrollo de nuevas estrategias antitumorales
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) lideran un estudio en el que han descubierto cómo la proteína llamada BCL7A se encuentra frecuentemente mutada en pacientes que desarrollan tumores hematológicos.
Aunque el gen BCL7A se identificó hace ya casi 25 años, hasta ahora las funciones de la proteína a la que codifica eran poco conocidas. Había indicios que hacían pensar que BCL7A formaba parte de los genes en los que las células acumulan mutaciones para transformarse en células tumorales y a los que se les llama colectivamente “genes supresores de tumores”, pero hasta ahora nadie lo había podido demostrar experimentalmente.
Lo ha hecho por primera vez un equipo multidisciplinar de investigadores pertenecientes al Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA, Pamplona), al Centro de Investigaciones Oncológica (CNIO, Madrid), al Centro Nacional de Investigaciones Cardiovascular (CNIC, Madrid) y al Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (GENYO), liderados por investigadores de la Universidad de Granada y utilizando las últimas tecnologías de secuenciación de ADN de nueva generación y modelos in vitro e in vivo.
“Hemos observado que los pacientes con tumores hematológicos tienen frecuentemente mutado al gen BCL7A en una región muy concreta de su secuencia de ADN. Estas mutaciones hacen que a las proteínas que codifica el gen BCL7A les falte un ‘pedacito’, que hacía de anclaje a un sistema que cuando deja de funcionar puede generar tumores”, señala Carlos Baliñas-Gavira, primer autor del artículo.
Los investigadores tomaron células derivadas de un paciente que había sufrido esta mutación en su ADN, y le introdujeron de nuevo el gen reparado “Cuando restauramos la actividad de BCL7A, los tumores empezaron a perder propiedades tumorales”, añade María Isabel Fernández Lara, profesora del departamento de Bioquímica y Biología Molecular III e Inmunología de la UGR.
Combinando los datos experimentales con un análisis bioinformático, los investigadores demostraron que el sistema al que pertenece BCL7A estaba dañado en más de la mitad de los pacientes que padecían esta patología. “Tuvimos que pedir un permiso especial para acceder y reanalizar con esta nueva información los datos de pacientes de dos grandes estudios estadounidenses, para encontrar que el sistema en el que trabaja BCL7A estaba dañado en más de la mitad de los pacientes”, indica Álvaro Andrades, estudiante de doctorado de la UGR.
“Los resultados de este proyecto nos han abierto las puertas al estudio de nuevas estrategias terapéuticas que puedan aplicarse a pacientes con mutaciones en BCL7A. Actualmente están empezándose a realizar ensayos clínicos en EEUU para pacientes con mutaciones en genes relacionados funcionalmente con BCL7A y que podrían ser útiles en la patología que hemos estudiado. Pero sólo podremos continuar con esta línea de investigación si obtenemos la financiación adecuada”, apunta Pedro Pablo Medina Vico, director de este trabajo y del grupo de Investigación de regulación de la expresión génica y cáncer (CTS-993), profesor del departamento de Bioquímica y Biología Molecular I de la facultad de ciencias de la Universidad de Granada, investigador principal en GenyO y del instituto biosanitario de Granada (ibs.GRANADA).
Precisamente, una de las mayores dificultades que ha tenido este equipo de investigación no ha sido precisamente de índole científica si no económica. “Para nosotros ha sido complicado disponer de financiación para poder terminar el trabajo. Pese a los resultados tan prometedores que teníamos, si tuviéramos que haber dependido exclusivamente del apoyo gubernamental, esta investigación no se hubiera podido desarrollar. Por ello le doy las gracias a la Fundación BBVA (becas Leonardo) a la fundación José Carreras Leukämie-Stiftung, y a la Fundación de la Asociación Española contra el cáncer que han permitido que este trabajo pudiera haber visto la luz”, señala Medina.
El estudio, ha sido publicado recientemente en Leukemia, una revista internacional que se encuentra considera entre las más prestigiosas del mundo. Este es el segundo artículo de impacto que publica el joven grupo de investigación CTS-993 creado en 2014 en menos de seis meses sobre tumores hematológicos. El anterior artículo, sobre leucemia pediátrica, ha sido recientemente incluido en el número recopilatorio especial de la revista Blood Cancer donde se destacan las mejores publicaciones del año 2019.
“Lamentablemente nuestras dificultades para seguir investigando no son la excepción. Proyectos excepcionales de investigadores encuentran muchas dificultades para encontrar la financiación adecuada, lo que indica que la financiación gubernamental es insuficiente. Países de nuestro entorno: Suecia, Austria, Alemania o Dinamarca, invierten en función de su PIB unas tres veces más que España. En este sentido, actualmente está habiendo una serie de campañas que intentan concienciar de la importancia de la investigación en la sociedad, sobretodo después del desafía que ha supuesto la pandemia del COVID-19. Como la que hemos encontrado estos días redes sociales utilizando el hashtag “#SinCienciaNoHayFuturo”, en la que nosotros mismos hemos participado. Confío en que exista más predisposición para acabar con la infra-financiación actual”, concluye Medina.