Cuatro patas sostienen la oferta turística cultural de Granada

• El turismo cultural es el que más visitantes trae a la provincia
• Granada ofrece diversas opciones, con la Alhambra como principal baluarte

El cultural es el tipo de turismo más fuerte en Granada. Concretamente, el 58% de los visitantes vienen a realizar este tipo de visitas a la ciudad, superando a las vertientes urbana y de sol y playa, incluso durante los meses de verano. Esta era una de las principales metas del plan de turismo marcado por Ayuntamiento, Patronato de Turismo y Diputación de forma conjunta para mejorar la calidad del sector, y parece haberse conseguido o, como mínimo, se encamina correctamente.

Se fijó este objetivo, junto a la expansión hacia destinos internacionales, porque permite poner punto y final a la estacionalidad que ha penalizado desde hace años a la provincia. Con el turismo cultural, se pueden lograr visitantes durante todo el año gracias a la variada oferta, minimizando así los daños en temporada baja. Bajo esta línea a seguir, son cuatro las patas que sostienen este modelo de turismo, cuatro ejes que dan un brillo único a Granada, que ha crecido más que el resto de Andalucía y España.

La primera es, a su vez, la más obvia e importante para la ciudad. La Alhambra es un destino a visitar para todo el mundo, en su sentido más literal. Personas de todos los lugares del globo terráqueo se organizan para conocer el monumento, algunos incluso repiten en más de una ocasión, lo que genera una importante riqueza en la ciudad. Junto a ella resalta su entorno, y es que gracias a la fortaleza se produce gasto también en las zonas aledañas como Plaza Nueva.

Tras ella, llega una de las medidas que se llevan tomando cerca de un año. Se trata de la promoción de Granada como ciudad de festivales. Algunas de las citas musicales más importantes del país se producen en tierras granadinas y eso genera diversos beneficios en la provincia. El primero de ellos, el más directo, es el económico, con grandes cantidades de personas que vienen a la ciudad de la Alhambra a consumir y gastar; el segundo, el del turismo, pues muchos de los asistentes a estos festivales vienen desde otras ciudades, incluso desde otros países en algunos casos destacados, y deciden pernoctar en Granada.

También toma valor como tercera pata, especialmente este año, el Albaicín. Ya de por sí es un barrio turístico, con visitantes todos los días y a todas horas, pero en 2019 adquiere un valor especial. Este año se cumplen 25 años desde que el Albaicín fuese declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por lo que se ha buscado potenciar aún más la singularidad del barrio. Como muestra, en Fitur se buscó promocionar el Albaicín «como una joya al mismo nivel que la Alhambra».

A todo esto hay que sumar la cuarta y última pata, conformada por los numerosos museos con los que cuenta la ciudad. Las exposiciones y muestras llenan Granada, en ocasiones hasta al aire libre, y le otorgan un aura única. En cada rincón de la ciudad hay algo que visitar, y todos ellos con una oferta muy distinta, capaz de adaptarse a todos los gustos habidos y por haber para garantizar que cada visitante encuentre algo que le complazca. Además, Granada cuenta con el museo más visitado de toda Andalucía: el Parque de las Ciencias, un espacio en el que pasar un día entero y en el que niños y adultos pueden disfrutar y aprender gracias a exposiciones completamente interactivas.

Por estas cuatro bases, unidas a los diferentes conciertos de menor formato, las rutas culturales o los espectáculos -por ejemplo, los de flamenco, los más visitados por los turistas-, Granada goza de una oferta para el turismo cultural con la que es difícil competir. La intención de las diferentes entidades es seguir potenciando esta faceta, que con el tiempo podría llegar a acabar completamente con la estacionalidad del sector.