Datos EPA: para UGT el objetivo debe ser mantener los ERTE y derogar las reformas laborales
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2020, hechos públicos hoy, sitúan a Granada con una tasa de paro de un 24,84%: 106.600 personas, 1.500 menos que el trimestre anterior (108.100), y 23.600 más que justo hace doce meses (83.000, cuando la tasa de paro fue de un 19,68%). La tasa de empleo se sitúa en el 41,73%, con 322.500 ocupados, 13.800 más que hace tres meses (308.700) pero 19.500 menos que hace justo un año (342.000, cuando la tasa de empleo fue del 44,61%). Granada es la quinta provincia española con más tasa de paro, (tercera andaluza), sólo después de Huelva, Ceuta, Las Palmas y Cádiz, situándose una vez más, por encima de la tasa nacional (16,13%), y la andaluza (22,74%).
Para el Secretario General de UGT Granada, Juan Fco. Martín, los datos de la EPA del cuarto trimestre de 2020, indican que tanto el trimestre, a pesar del breve descenso del paro, como el año, han sido malos para el empleo de la provincia de Granada, marcados de manera determinante por el impacto de la pandemia COVID-19, pero de los que cabe destacar al menos una experiencia positiva: la efectividad de los ERTE como mecanismo de flexibilidad interna en las empresas para paliar las pérdidas de empleo. Sin la utilización masiva de este instrumento, recuerda el ugetista, las cifras habrían sido mucho más negativas.
El representante de UGT opina además que es vital desarrollar el llamado escudo social para proteger las rentas y los empleos en empresas y hogares. No es el momento de escatimar recursos, dice, sino de invertir cuanto sea preciso en preservar los negocios, los puestos de trabajo y las prestaciones de las personas sin empleo. Un primer paso para ello ha sido la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado PGE para 2021, que poseen un marcado carácter social y expansivo, aunque con lagunas y debilidades que cabe mejorar. Pero el representante sindical reclama además el aumento inmediato del SMI, y se revierta su congelación, que es injusta y contraproducente.
Pero también, es imprescindible mantener las medidas de fomento de los ERTE todo el tiempo que sea preciso (la actual prórroga dura hasta el 31 de mayo), puesto que en su opinión se han demostrado un instrumento muy valioso para minimizar el daño de la pandemia sobre la economía y el empleo, constituyendo el mayor elemento diferencial positivo respecto de pasadas crisis, de nefasto recuerdo. No se trata solo de ayudar a las empresas a soportar la caída del consumo, explica, sino de garantizar la permanencia del empleo una vez superada la crisis (evitar despidos) y de asegurar salarios dignos para las trabajadoras y trabajadores, y en especial para los más desfavorecidos.
El representante del Sindicato recuerda que el impacto de la pandemia no puede ocultar los desequilibrios esenciales de nuestro mercado laboral, que deben abordarse de inmediato: la elevada precariedad laboral existente, que hace que muchos empleos sean frágiles, volátiles y poco productivos.
En este sentido, reitera la urgencia de acometer la derogación de la reforma laboral de 2012, como paso previo para construir un nuevo marco laboral más equilibrado y eficiente, que permita que la próxima reactivación se realice sobre la base de la creación de empleo de calidad, estable, seguro, más productivo y mejor retribuido.