A recuperar y naturalizar el Darro

«Movamos las aguas fecales y que fluyan torrentes de transparencia, ilusión colectiva y esperanza»

Estaba pensando que le debía a este medio de comunicación un artículo y no sabía de qué hablar en esta tarde de domingo caluroso y poco plano, cuando a partir de una información de Antonio Cambril en su perfil de Facebook acerca de una reflexión pasadas las elecciones, decidí posicionarme.

Antonio propone: Echar sensatez. El desenterramiento del Darro podría articular el proyecto de capitalidad cultural en 2031, hacer recuperar la estampa de la Granada romántica, contribuir a ordenar el turismo y peatonalizar la ciudad para hacerla mucho más hermosa y amable en el futuro.

Nunca he tenido entre mis amistades ni preferencias personales a los periodistas en general. Será por mi propia actividad o por la responsabilidad que decidí tener ya hace unos años, Antonio tampoco ha sido una excepción ante este pensamiento personal mío cargado de prejuicios individuales que cada uno llevamos como podemos.

Sin embargo, ha ocurrido algo que podía aumentar este prejuicio o rechazo a personas y proyecto. En este tiempo de campaña electoral he tenido la oportunidad de conocer a este magnífico periodista metido a político; y me he encontrado con una persona fresca, sencilla, sensata, con mucha curiosidad por las cosas que le rodean y una espontaneidad y capacidad crítica que pocos políticos “experimentados” son capaces de manifestar.

No soy muy amigo de los halagos personales. No vayan a pensar algunos que a estas alturas busque yo estar en alguna lista electoral. Así que me centraré en lo que quiero dejar muy claro y muy nítido en este artículo de opinión. Tengo la intención, para el próximo Consejo Provincial de mi organización, incorporar esta propuesta de recuperación del río Darro, defenderla y que nos posicionemos social y públicamente al respecto. Yo personalmente pienso que es una magnífica propuesta. Como el propio Antonio Cambril dice necesitamos talento, imaginación y grandeza colectiva de miras. Desde el análisis colectivo que hagamos vamos a intentar seguir soñando convenciendo, tal y como ha dicho a Antonio, los proyectos difíciles pero cargados de ilusión y transformación son los que ilusionarán a las personas normales y corrientes que quieran creer en un proyecto transformador que agite esta economía estancada en aguas fecales (precariedad, temporalidad, economía sumergida), y haga fluir torrentes de transparencia, ilusión colectiva y esperanza.`

Todas las ciudades que aspiren a ser grandes, y no en tamaño, deben aspirar a un gran proyecto que transforme su urbanismo para hacerlas más habitables y amables. Granada debe aspirar a ello. El desembovedado del Río Darro podría convertirse en el gran proyecto de la ciudad junto con la nueva entrada al Albaicín por la muralla Zirí. Dos iniciativas que modificarían por completo la fisonomía de la capital para hacerla más habitable, más verde, más sana y tremendamente atractiva, no solo a la vista, si no también a la actividad económica y a la creación de empleo. En una ciudad cuyo mayor atractivo tiene dimensión mundial, tendemos a olvidar otras tantas posibilidades que nos regala la imaginación (si estas no están vinculadas con la especulación urbanística, en cuyo caso, están quienes son ávidos en las propuestas). Estoy convencido de que el desembovedado del Río Darro sería una inversión muy rentable para los granadinos y granadinas.

Desde mi posición personal voy a hacer lo posible para que sea una decisión colectiva y que la organización que tengo el placer de representar se sume a este proyecto, a esta idea que nos haga recuperar el río de nuestra ciudad. Creo que merece la pena. Aprovechemos la oportunidad

*Ricardo Flores es Secretario General de CCOO en Granada

CATEGORÍAS
ETIQUETAS

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus ( )