Detenidos veinte procesados rebeldes en el último mes
- Se trata de personas sobre las que hay una orden de búsqueda, localización y detención
Un procesado es, según dicta la ley, una persona contra la cual se dicta el auto de procesamiento, es decir, que habiéndose acreditado la existencia de un hecho constitutivo de delito, tiene sobre esta personas fundadas sospechas de que sea autor, cómplice o encubridor del mismo. Es entonces cuando esta persona queda sometida a los designios del juez, pero, ¿qué pasa cuando no se presenta ante él?
En caso de que no se comparezca ante el magistrado, se pasa a recibir el nombre de procesado rebelde. Lo mismo sucede en caso de que se haya dictaminado el ingreso en prisión para cumplir condena y no se haga acto de presencia. Si bien no es una práctica común, es más habitual de lo que debiera, tanto que entre las competencias de la Guardia Civil se encuentra las de encontrar a estos individuos reclamados por la justicia mediante una orden de búsqueda, localización y detención, ya sea para presentarlos ante la autoridad que los reclama, o para que ingresen en prisión.
Así, el Instituto Armado ha detenido durante el mes de junio a una veintena de procesados rebeldes en la provincia de Granada. Ha destacado, concretamente, la unidad de Guadix, que ha dejado un total de tres requisitoriados detenidos, lo que supone un alto porcentaje en relación con el resto de unidades de la provincia.
De este modo, se repite la misma cifra de detenciones que en el mes de mayo, cuando se dio con la ubicación de otra veintena de rebeldes. Como muestra, solo durante el primer trimestre del año se detuvo a un total de 85 personas por ese mismo motivo, con 25 en enero, 31 en febrero y 29 en marzo.
En esta ocasión, de entre las veinte detenciones destacan cinco de individuos que, además de tener sobre ellos una orden de detención, estaban llamados para ingresar en prisión. Tres de ellas se produjeron en Huéneja, Maracena y Pulianas, mientras que las otras dos son de Maracena, una por un delito de robo con fuerza y la otra por cultivo de drogas.
