Ecologistas en Acción advierte de que Granada es una de las ciudades españolas con más contaminación por ozono
- En lo referente a los niveles de nitrógeno, el pasado mes de septiembre se superó el valor máximo establecido para todo el año
La nula calidad del aire de Granada y su área metropolitana no es ya un secreto para nadie. Sin embargo, y pese al compromiso del gobierno local de tomar medidas, no se han producido pasos reales de cara a un progreso que permita que el medio ambiente de la ciudad y su cinturón mejoren, dejando que la realidad de la contaminación siga creciendo y empeorando pese a la preocupación de los ciudadanos.
Ecologistas en Acción presentó esta semana sus datos de contaminación por ozono a nivel nacional. Para sorpresa de nadie, Granada es una de las ciudades más contaminadas en este área de todo el país. Si bien los datos del grupo indican que toda la población andaluza respira un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS, más de 823.000 habitantes viven en las tres zonas de la comunidad autónoma donde la media de las estaciones de medición supera el objetivo legal para la protección de la salud: Córdoba, Granada y su área metropolitana y la zona industrial de Puente Nuevo. De ellas, la situación más preocupante es la de la ciudad de la Alhambra.
En el estudio de Ecologistas en Acción se destaca que «la zona metropolitana de Granada es una de las más contaminada por el Ozono y los niveles van aumentado». Así, recalcan que en la estación de la ciudad deportiva de Armilla se han superado los 120 μg/m3 (microgramos por metro cúbico) durante 42 días, cuando el máximo contemplado por la normativa es de 25 jornadas.
A esto hay que sumar que la estación de AEMET ubicada en Víznar ha registrado hasta 64 días cifras superiores al parámetro establecido por la ley. Sin embargo, desde el colectivo recuerdan que «las normativas son siempre más laxas que las recomendaciones de la OMS», por lo cual el de numero de días determinados para que sean perjudiciales para la salud «es mucho menor» de lo que indica la normativa.
«Los niveles altos no se encuentran donde la contaminación del aire es más importante, sin embargo encuentra en ella su origen», apuntan desde Ecologistas en Acción. Particularmente, el nitrógeno evoluciona a ozono, «que se expande en la periferia y sube en la sierra». Es por eso que estaciones como las de Armilla y Víznar registran datos superiores. «La contaminación por nitrógeno en Granada, generada sobre todo por el trafico rodado, es precursora de la generación del ozono cuando empiezan las altas radiaciones solares», explican.
Además, recuerdan que en la estación de Granada-Norte los niveles de NO2 superan desde hace años la normativa de 40 μg/m³ de promedio anual. Al final del pasado mes de septiembre, el promedio en lo que va del año estaba a 41 μg/m³, y se espera que el uso de las calderas de gasoil haga que vuelva a subir esta cifra y llegue a superar otra vez la normativa en 2019.
Los peligros del ozono
Los efectos adversos del ozono sobre la salud tienen que ver con su carácter oxidante. A elevadas concentraciones a corto plazo, causa irritación en los ojos, superficies mucosas y vías respiratorias superiores, y reduce la función pulmonar. En concentraciones más bajas pero sostenidas en el tiempo, afecta al desarrollo pulmonar, aumenta la incidencia y gravedad del asma, provoca alteraciones cognitivas similares al alzhéimer e incrementa la mortalidad de personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas, por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes e infarto.
La respuesta a la exposición al ozono puede variar mucho entre individuos por razones genéticas, de edad (afecta más a las personas mayores, cuyos mecanismos reparativos antioxidantes son menos activos), y por la presencia de afecciones respiratorias como alergias y asma, cuyos síntomas son exacerbados por el ozono.
También las plantas, que son la base de los ecosistemas terrestres, sufren alteraciones importantes a causa de la exposición a este contaminante, especialmente a partir de los 100 μg/m³, cuando la producción agrícola sufre un importante impacto. Por ello, desde Ecologistas en Acción reivindican que «luchar contra la contaminación es fundamental para disminuir la creación de ozono y salvaguardar la salud de los ciudadanos».