El acusado de matar a una anciana se enfrenta a prisión permanente revisable
- Se ha declarado culpable al comparecer ante el juez
El joven acusado de asesinar a una anciana octogenaria estrangulándola en la vivienda que habitaba sola en Granada, cuando entró para robarle, se ha reconocido culpable, aunque ha matizado que no creyó haberla matado sino que había quedado «inconsciente» y que «se había dormido» tras el ataque.
En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía ha solicitado finalmente la pena de prisión permanente revisable para el acusado, por la especial vulnerabilidad de la víctima. El joven se convierte, de este modo, en el primer enjuiciado del que se tiene constancia en la provincia que se enfrenta a esta petición.
El acusado, de 22 años y nacionalidad marroquí, que permanece en prisión provisional por estos hechos, es enjuiciado desde este lunes por un jurado popular en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada, acusado de un delito de robo con violencia y otro de asesinato.
En su declaración ante el tribunal, a preguntas del ministerio público, ha reconocido los hechos, si bien ha indicado que no sabía que la mujer viviera sola ni que fuera mayor. Había escuchado de un «conocido» que le llevaba la compra a casa que «le había quitado algo y no se había enterado».
Los hechos se remontan al 20 de marzo de 2018, cuando el acusado se presentó en casa de la mujer, que entonces tenía 88 años. Según su propia versión de los hechos, no le abrió el portal y, cuando consiguió subir, la encontró en la puerta, tras lo que la empujó y la llevó, «consciente», al salón, donde la sentó. «No la amarré», ha especificado sobre ese momento.
Esto sucedió sobre las 12,00 horas, siempre según su testimonio este lunes en la Audiencia, y, desde las 9,00 horas aproximadamente, se había tomado una caja con «60 pastillas» de un potente ansiolítico.
«No sabía lo que hacía» pues las pastillas le hicieron «muy mal efecto», ha mantenido el procesado, que ha reconocido que estranguló durante «tres o cinco segundos» a la anciana, cuando vio que iba a tocar el botón de teleasistencia. Ella le gritó y le estuvo «insultando», ha agregado, tras lo que pensó «que se había quedado dormida».
Aprovechó entonces para recoger dinero y joyas, y se fue «echando hostias», cerrando la casa con un juego de llaves que también se llevó. La defensa, representada por el letrado Andrés Jiménez Maldonado, no ha formulado preguntas al acusado.
Previamente, en su exposición ante el jurado popular, que habrá de dictar veredicto de culpabilidad, tras la confesión de los hechos, este letrado ha indicado que lo que se decide en esta vista es si los hechos constituyen un delito de asesinato o de homicidio, como defiende esta parte, por lo que pide para él pena de 15 años y otros cinco por el supuesto robo con violencia.
En este sentido, ha mantenido en esta primera sesión del juicio que el joven no quiso matar a la anciana, sino que el robo y la situación derivada del mismo «se le fue de las manos» por las drogas y el efecto de su propio «pánico».