El Arzobispado abrirá parroquias y si fuera necesario la Catedral para acoger refugiados de Ucrania
El Arzobispado de Granada ha activado un dispositivo para recoger y acoger refugiados que huyen de la guerra de Rusia contra Ucrania, en el marco del cual prevé la apertura de parroquias que reúnan las condiciones, y de la Catedral si fuera necesario, y la movilización de familias que quieran ofrecer sus casas en un «momento de emergencia» que ha considerado «sin precedentes».
En una rueda de prensa en la que también ha anunciado que se adelanta la apertura de la iglesia de San Nicolás, patrón de Rusia, la cual está siendo restaurada, en el Albaicín, al próximo viernes para «orar por la paz» con un altar provisional, el arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha anunciado que ya se trabaja en el traslado de un autobús con 65 personas desde Polonia para que puedan ser alojados en la provincia, en el marco de un dispositivo en el que se sumarán también casas particulares, que cumplan con la seguridad necesaria.
«La mayoría» de los que vengan serán «mujeres y niños», ha advertido a este respecto monseñor Javier Martínez, quien ha incidido en este aspecto para señalar que antes abre la Catedral que poner en riesgo a estos refugiados, partiendo de la base de que «el pueblo granadino tiene una generosidad increíble».
De momento, los primeros refugiados llegan en la madrugada de este martes, segun ha especificado a los periodistas el sacerdote ucraniano Svyastoslav Myronyuk, que ha acompañado al arzobispo, y que alojará a seis familiares llegados desde Kiev, en Ucrania, en una casa del Albaicín, mientras su hermano se queda a luchar en la resistencia contra Rusia.
En cuanto a las parroquias, se les está escribiendo desde el Arzobispado para ponerles al tanto de esta iniciativa, con un formulario en que puedan estipular si reúnen o no las condiciones para acoger refugiados, además de espacios donde hacer acopio de medicamentos, alimentos no perecederos que puedan ser de utilidad, o ropa como botas australianas y calcetines de lana.
Lo importante no son los «donativos» sino «ponerse en movimiento», ha especificado el arzobispo, que ha incluido dentro de los espacios que se movilizan el propio edificio de la Curia, en el centro de Granada, frente a la Catedral; los seminarios mayor y menor; el Centro de Magisterio La Inmaculada y las casas de hermandad. En cuanto al adelanto de la apertura de San Nicolás, lo hace con una imagen de San Andrés, patrón de Ucrania, subida desde la parroquia de su nombre en la calle Elvira hasta el templo del Alto Albaicín.
Se ha congratulado, en este sentido, de que este año se puedan sacar las procesiones de Semana Santa a la calle, pero ha pedido reforzar la ayuda, también a las hermandades, y destacando que Cáritas ya está colaborando en los dispositivos de ayuda articulados, porque en estos momentos «hay otras imágenes del Señor que están siendo crucificadas».
Se ha emocionado al reconocer que este es un «toque a rebato» que se da a nivel europeo, tras comenzar su intervención incidiendo en que a sus 74 años el ataque a Ucrania ha supuesto un «momento sin precedentes en la historia» de su vida. «No vamos a dejar que nuestro corazón se enfríe».
Por su parte, el padre Myronyuk, que oficia con la comunidad ucraniana del rito bizantino en la parroquia del Santo Ángel, en el Zaidín, que enviaba hace una semana los primeros convoyes con ayuda humanitaria a la zona desde Granada, ha especificado a los periodistas que el grupo cuya llegada está prevista este martes son la mujer de su hermano, con cuatro niños de entre 13 y nueve años, y otra sobrina.
Ha agradecido en la rueda de prensa toda la colaboración que se está prestando desde España en estos momentos excepcionales, y ha indicado que desde la parroquia del Santo Ángel se busca otro local ante la necesidad de espacio para ayuda humanitaria llegada desde distintos puntos de la provincia, que asimismo se coordinará con el Arzobispado.