El Arzobispado advierte de un «falso sacerdote» que realiza actos de culto en el área metropolitana
El arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha emitido un decreto en el que advierte de un «falso sacerdote» que está celebrando actos de culto y celebraciones litúrgicas en nombre de la Iglesia Católica en pueblos del área metropolitana de Granada, pidiendo a los responsables de los templos del cinturón que trasladen a los fieles esta circunstancia por, entre otras cuestiones, posibles «recaudaciones económicas ilegítimas».
El Servicio para la Comunicación de los Obispos del Sur de España ha informado de este decreto del Arzobispado de Granada, con fecha 15 de marzo, y dirigido a los presbíteros y al pueblo cristiano principalmente del Arciprestazgo de Santa Fe, en el área metropolitana.
Se produce tras «reiteradas noticias» en el Arzobispado de un hombre que, «sin ser sacerdote católico, realiza actos de culto y celebraciones litúrgicas en algunos pueblos del área metropolitana», todas «de forma invalida e ilícita», en tanto «no son actos de la Iglesia Católica».
Detalla que se trata de un «exclérigo reducido al estado laical por la Santa Sede», al considerarlo la Iglesia «como no idóneo para el ejercicio del sacerdocio». En consecuencia, todos los actos de culto o de celebración religiosa que ofrezca está persona «están prohibidas en el ámbito de la Archidiócesis de Granada».
Asimismo, advierte a los fieles de que, «como es frecuente en ocasiones similares, se corre el peligro que se produzcan recaudaciones económicas ilegítimas, en las que se comercia con la fe del pueblo de Dios». En este contexto, el arzobispo ha rogado a los sacerdotes y responsables de la pastoral diocesana, «en virtud del cumplimiento de la normativa establecida por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que se advierta a los fieles de esta situación».
Para ello, el decreto, promulgado en el Boletín Oficial de la Diócesis, se colocará en las puertas de las iglesias y templos de la zona del Arciprestazgo de Santa Fe, para conocimiento de todos los fieles cristianos», concluye monseñor Martínez.
