El Ayuntamiento olvida la promesa de mejorar el ferial

• El recinto de Almanjáyar presenta un estado muy mejorable a pesar de que el equipo de gobierno mostró su intención de acometer mejoras

Hay una zona de Granada que solo parece importar durante una semana en todo el año. Se trata del recinto ferial, ubicado en la entrada a Almanjáyar, una localización que cobra una importancia vital para la ciudad durante el Corpus, pero que una vez finalizada la foto institucional del encendido del alumbrado y desmontadas las atracciones, se desvanece de la memoria de la ciudad, o al menos de quienes la gobiernan.

Es un espacio amplio, abierto y con muchas posibilidades. Durante la etapa de Paco Cuenca como alcalde, Ciudadanos propuso que el recinto, propiedad del Ayuntamiento, se destinase a tareas deportivas para los jóvenes de la zona, enfocándose especialmente en la labora de evitar el absentismo escolar mediante la práctica del deporte. No quedó ahí la cosa, pues una vez se formó el nuevo equipo de gobierno, se emitió un documento titulado ‘Granada sale a competir’ con 80 medidas a desarrollar para que la ciudad crezca, entre las que se incluía, textualmente, realizar «actuaciones para la mejora del recinto ferial de Almanjáyar y para que la feria sea declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional».

Ni un paso se ha dado aún en esta dirección, ni hay visos de que se vayan a dar pronto. De hecho, el recinto se encuentra en el mismo estado de abandono de siempre o incluso peor. Al poco de entrar en la alcaldía Luis Salvador, el ferial acumuló basura durante días incluso a pesar de que se hubiese terminado toda celebración en él, dejando bolsas acumuladas por más de una semana que no fueron retiradas hasta que los medios de comunicación no denunciaron la situación.

Poco ha cambiado desde entonces, y todo a peor. En el recinto, vacío, solo se aprecia una modificación desde que finalizase el Corpus, y se trata de una farola ostensiblemente torcida desde hace meses que nadie ha reparado aún. Junto a él, en el descampado que sirve de aparcamiento durante los días grandes de la ciudad, vuelve a crecer una maleza que habrá de ser retirada en junio y las lluvias llenan de charcos y barro la zona. A todo esto se suman cientos de trozos de cristales rotos en el suelo y una boca de alcantarilla tan deteriorada que representa un peligro para la ciudadanía.

Una boca de alcantarilla en mal estado frente a una zona anegada

El Ayuntamiento prometió una mejora que no llega, el recinto se deteriora sin que nadie lo vea y, mientras tanto, la vida cotidiana se sigue desarrollando en él. Habitual es ver, en el mejor de los casos, a vecinos paseando a sus mascotas por este enorme solar vacío; otras personas, mientras tanto, lo utilizan para correr o practicar deportes de todo tipo. En casos peores y más alejados de la ley, sigue siendo habitual ver cómo personas sin carnet de conducir aprovechan la zona para practicar con el coche, mientras que cuando cae la noche es relativamente común ver otras prácticas como el menudeo de drogas.