«El campo es el sector más golpeado por las bajas retribuciones y la brecha salarial»

• La brecha salarial que perjudica a las mujeres respecto a los hombres alcanza en el sector agrario el 39,65%, según estiman los sindicatos
• CCOO y UGT denuncian problemas estructurales en el empleo del campo, que da trabajo a más de 50.000 personas en la provincia de Granada: alto fraude empresarial, dispersión en pequeñas empresas o alta presencia de intermediarios en la cadena económica que «tiran los precios» de origen para los agricultores

Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, insisten en la demanda de un Convenio Colectivo «justo» que mejore las condiciones del sector agrario. Dicho acuerdo, actualmente en vías de negociación, afectaría a 50.900 trabajadores del campo en la provincia de Granada, según estiman.

El agrario es uno de los tejidos todavía potentes en la economía granadina, con picos geográficamente determinados dentro del Poniente, las comarcas del norte, las zonas de la Vega que aún resisten a la urbanización o la costa.

Fernando Lahoz y Pedro Redondo son, respectivamente, los responsables del sector agrario de UGT y CCOO. Ambos coinciden en señalar al campo como el «espacio más duro de trabajo». La adversidad se identifica en los salarios, que están por debajo del resto del sistema productivo, además de la temporalidad. Denuncian otro elemento muy grave, el de la desigualdad: «La temporalidad para los trabajadores del campo es superior al 60% en los hombres y al 70% en las mujeres, y es en el empleo agrario donde se produce la mayor brecha salarial entre hombres y mujeres, cifrada en el 39,65%».

Los representantes de UGT y CCOO señalan a las patronales por el incumplimiento de los salarios mínimos establecidos para el sector. «En ocasiones se niegan a aplicar los 900 euros del SMI», lamentan, situación que afecta especialmente a los temporeros y trabajadores eventuales.

Fraude ante la Seguridad Social

Los sindicatos localizan, asimismo, un alto fraude empresarial en la declaración de las jornadas reales a la Seguridad Social Agraria, otro de los motivos por el que exigen la integración «sin más demoras» en el Régimen General, para acabar con un fraude que merma de manera notable los ingresos.

«El actual marco de relaciones laborales está obsoleto», señalan, «y los bajos precios de los productos en origen y los salarios del campo los determinan las grandes marcas de distribución y el excesivo número de intermediarios que entran en escena en la cadena entre la persona trabajadora y la empresa: capataces, encargados, manijeros, ‘furgoneteros’, ETT´s y empresas de servicios, que a la postre, merman los salarios».

La lista de reivindicaciones es amplia, como detallan Lahoz y Redondo: «La conversión del contrato temporal en fijo discontinuo, salario dignos, contrato siempre por escrito, inclusión de planes de igualdad y protocolos contra el acoso sexual, altas y bajas en sistema especial agrario de la Seguridad Social al inicio y al final de la actividad laboral y declaración de todas las jornadas, desempleo e incapacidad común para todas las personas trabajadoras del campo», enumeran.

Consideran capital la labor de la Inspección de Trabajo, en coordinación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, para atajar el fraude y «evitar los atentados contra los derechos de los trabajadores y trabajadoras». «No se puede permitir», remarcan, «que se produzca un proceso de crecimiento económico y que aumenten la productividad y rentabilidad en el sector del campo granadino sin que esto llegue a las personas trabajadoras».

En este marco, las fuerzas sindicales reclaman la negociación de un Convenio Sectorial en toda España que establezca unas «bases comunes» de negociación para los Convenios Provinciales, de forma similar a los que ya existen en sectores como la construcción o el metal, ya que el campo, inciden desde los sindicatos, es un sector con unas relaciones laborales muy atomizadas.