El Centro de Atención Infantil Temprana San Rafael atenderá a 150 niños más este año
- El centro aumenta así en un 20% su actividad anual
El Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) San Rafael, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Granada, que atiende a una media de 700 niños de la provincia al año, atenderá a alrededor de 150 niños más en este 2022, lo que supone un aumento de más un 20 % su actividad anual.
El centro está especializado en el abordaje integral de niños y niñas de entre 0 y 6 años que presentan trastornos en el desarrollo o riesgo de padecerlos. Su objetivo principal es proporcionar las experiencias necesarias para favorecer el desarrollo y bienestar de estos niños y sus familias, posibilitando de la forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal.
“La Atención Temprana es una disciplina que, aunque ya consolidada, ha experimentado un auge importante las últimas décadas, aumentándose la oferta formativa, los centros especializados en estas edades, etc. Este interés creciente se debe, en parte, a la evidencia empírica que se tiene sobre los beneficios de detectar e intervenir lo más temprano posible cuando hay alteraciones del desarrollo”, explica el responsable del Centro de Atención Infantil Temprana San Rafael, Armando Montes Lozano. “Se sabe que la primera infancia es un periodo de crecimiento y maduración del sistema nervioso dónde las experiencias tempranas van a ser cruciales para el desarrollo posterior. Por esta razón, la Atención Temprana ejerce una gran labor preventiva a largo plazo”.
Para ello, el centro de San Juan de Dios cuenta con un equipo multidisciplinar compuesto por 28 profesionales de la psicología, logopedia, terapia ocupacional y fisioterapia altamente cualificados y con amplia experiencia en el abordaje de las dificultades que presentan los niños y niñas con trastornos en su desarrollo.
Según este equipo, la evaluación y detección de estas dificultades será fundamental para una correcta y temprana intervención, estableciendo objetivos para el menor en cualquiera de sus entornos -hogar, colegio, escuela infantil…-, mediante un plan de intervención individualizado, con el fin último de mejorar la autonomía y calidad de vida del mismo. “Se trata de un plan que se va revisando periódicamente con la familia y cuyos objetivos intentamos que sean muy funcionales para que realmente tengan un impacto en el desarrollo del menor, pudiendo ir desde comer de forma autónoma hasta ser capaces de narrar una historia”, comenta Montes Lozano.
Desde el Centro de Atención Temprana San Rafael, apuestan por una metodología de intervención centrada en implicar y empoderar a las familias, proporcionándoles toda formación e información necesaria que permita la generalización de los aprendizajes a contextos más naturales como la casa.
En este sentido, la participación del núcleo familiar y las personas cuidadoras, según los profesionales del CAIT San Rafael, favorece de forma más completa la integración del niño tanto en el propio medio familiar, como en el escolar y el social, así como su autonomía personal. “Nuestra labor trasciende al trastorno del menor para llegar también a su familia y a su entorno, dotándoles de herramientas mediante las cuales potenciar el desarrollo de sus hijos al máximo y que también le permitan dar respuestas a las distintas situaciones que se puedan ir presentando”, afirma el especialista en Atención Temprana, Armando Montes Lozano.
El Hospital San Rafael cuenta además con una unidad de desarrollo infantil que ofrece una asistencia integral a niños de hasta 14 años que presenten trastornos o dificultades en el desarrollo, en cualquier ámbito -personal, social o escolar-, a través de procesos de evaluación, diagnóstico y tratamiento, independientemente de su etiología.
Desde esta unidad atienden a menores con retrasos evolutivos, psicomotores, y de trastornos del lenguaje, Trastornos del Espectro Autista (TEA), Trastornos del Desarrollo Intelectual (TDI), Parálisis Cerebral Infantil (PCI), Trastorno por Déficit de Atención -con o sin Hiperactividad (TDAH)-, trastornos de aprendizaje y problemas de conducta. “Nuestro volumen de actividad nos permitió observar que las familias encontraban cierto vacío más allá de los seis años, que es la etapa que comprende la Atención Temprana, y decidimos crear un servicio que pudiese atenderlas más allá de esta edad para dar continuidad a la evolución del niño”, afirma el profesional de San Rafael. “Esto ha supuesto un reto importante y una motivación como equipo para adaptarnos a las necesidades cambiantes que surgen con el crecimiento, ya que los trastornos del desarrollo son dinámicos y los síntomas van evolucionando”.
En este sentido, desde el Centro de Atención Infantil Temprana San Rafael exponen que algunos problemas se resuelven y otros aparecen o crecen en importancia al cumplir años. “Por ejemplo, los problemas emocionales o académicos no son tan relevantes en la etapa de atención temprana como en la infancia tardía o la adolescencia”, comenta el responsable del centro.
Para una atención completamente personalizada, el centro organiza de manera complementaria cursos de formación específica dirigida a profesionales, escuelas de familias, grupos de habilidades sociales y se ofrecen, además, intervenciones a domicilio para conocer a fondo la realidad del niño y realizar una terapia integral y cien por cien adaptada al menor.