El Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Granada calculará su huella de carbono
- Con este estudio se conocerán las emisiones por línea y por pasajero, para así poder reducir su impacto climático
El Consorcio de Transportes Metropolitano del Área de Granada, gestionado por la Consejería de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Vivienda, concienciado y comprometido en la lucha contra el cambio climático, ha comenzado a desarrollar una estrategia de sostenibilidad basada en la huella de carbono. Con una apuesta decidida para conocer el impacto de sus actividades en un contexto europeo en el que el transporte supone aproximadamente un tercio de las emisiones de CO2, el Consorcio ha decidido dar un paso más en este reto de todos. Para ello, ha calculado sus emisiones de CO2, con objeto de tener un punto de partida para así poder reducir su impacto climático.
Este compromiso supone una mejora en la sostenibilidad y permite, además, actuar en contra del cambio climático, sin disminuir la calidad de los servicios prestados. El proyecto se plantea no solo como un cálculo, sino como una herramienta que mejora la gestión del sistema de transporte y permite cumplir con los compromisos adoptados por la Agenda 2030 y el Green DealEuropeo.
El delegado de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Antonio Granados, destaca el compromiso del Gobierno andaluz con la reducción de las emisiones de gases y la sostenibilidad de sus transportes, siendo una prioridad en la línea de actuación y de ejecución de la Consejería de Fomento. “Calculando la huella de carbono del Consorcio de Transportes podremos trabajar para una mejor sostenibilidad en el sector del transporte, un área metropolitana más limpia que otorgue una mejor calidad de vida a los granadinos” afirma Granados. La revolución verde en Granada y Andalucía es imparable continuamos
Con este cálculo de Huella de Carbono, el Consorcio conocerá las emisiones por línea y por pasajero del servicio de transporte de viajeros. Para ello, se seguirá la metodología de la Norma UNE-EN ISO 14067:2019, que cuantifica las emisiones por unidad de producto o servicio y servirá de base para comparaciones con futuros años y poder constatar los avances logrados. Además, los usuarios podrán conocer las emisiones evitadas si ese desplazamiento lo hiciesen en un turismo convencional, y así plantear la posibilidad de evitar, reducir o compensar sus viajes.
Granados ha destacado también que “este compromiso que hemos adoptado supone una mejora en la sostenibilidad y además nos va a permitir actuar en contra del cambio climático, sin disminuir la calidad de los servicios prestados”. El estudio está previsto que termine para finales de 2020.
De este modo, el transporte público, eficiente y sostenible, se considera clave para mejorar la calidad de vida de más de 500.000 ciudadanos, lo que aumenta la eficiencia energética en el transporte de viajeros. Además, de media, reduce emisiones cuanto mayor es el número de usuarios. Por lo que se demuestra que una estrategia clara en los planes de reducción de emisiones en las ciudades mejora la calidad de vida de los ciudadanos.