El corzo se adapta y se expande por el Parque Natural de la Sierra de Huétor
- Desde que comenzaron las reintroducciones en el año 2011, un total de 16 individuos han sido liberados en el espacio natural
La delegada territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, María José Martín, ha participado en la suelta de un ejemplar juvenil de corzo en el Parque Natural de la Sierra de Huétor. Se trata de la novena suelta de ejemplares desde 2011, cuando fue liberado el primero en la zona. Esta acción se enmarcada en el Plan de Gestión y Reintroducción del Corzo en Andalucía, iniciado en 2009.
Esta suelta se ha realizado en el cercado de aclimatación de corzos que la Consejería dispone en las inmediaciones del Cortijo de las Mimbres, en pleno corazón del Parque Natural. Hasta el momento, gracias al Plan de Gestión, se han liberado un total de 24 individuos, de los cuales 16 se han soltado en el Parque Natural Sierra de Huétor y, el resto, en el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
Las poblaciones andaluzas de corzo constituyen la última frontera de la especie en el sur de Europa. El clima mediterráneo, con períodos de sequía estival críticos, habría favorecido «la adaptación de la especie y la aparición de las características singulares del corzo andaluz», según asegura la Junta, lo que lo convierte en una especie muy «relevante del patrimonio de la biodiversidad». En su visita, la delegada ha destacado «la importancia de efectuar refuerzos de poblaciones solo con ejemplares autóctonos para evitar así la pérdida del ecotipo de corzo andaluz, por lo que este tipo de medidas son básicas para preservar y potenciar sus poblaciones».
Actualmente, y fruto de estas reintroducciones, el corzo habría sido localizado en una extensa área del Parque Natural, superior a las 10.000 hectáreas, habiendo salvado barreras como la autovía que discurre por el interior del parque natural, lo que «confirma la aclimatación al nuevo hábitat ocupado, así como el progresivo crecimiento de la población», ha proseguido Martín.
Con esta nueva reintroducción, «se pretende aumentar la variabilidad genética de la población ya asentada para evitar futuros problemas de consanguinidad». Mediante estas sueltas, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible habría consolidado e incrementado el área de distribución del corzo en Andalucía mediante el refuerzo de las poblaciones que presentaban niveles bajos, además de reintroduciendo la especie en áreas andaluzas idóneas donde se extinguió en tiempos recientes, como es el caso del Parque Natural Sierra de Huétor.
El corzo liberado procede de la Estación de Referencia del Corzo Andaluz, que se encarga de proveer para su reintroducción ejemplares originarios de las Sierras de Cádiz y Málaga, con las garantías genéticas y sanitarias que se requieren.
Los resultados obtenidos a través del seguimiento de la especie son positivos, ya que gracias a las sucesivas sueltas realizadas desde el año 2011, se habrían avistdo numerosos ejemplares repoblados a 30 kilómetros de distancia del lugar de la suelta. Además, la adaptación y el éxito de cría, desde que se liberaron los primeros individuos, habría sido contrastada, por lo que en breve el Parque Natural Sierra de Huétor podría contar con una población estable de este cérvido.
BENEFICIOS PARA EL TERRITORIO
Como valor añadido, preservar esta especie puede tener un provecho no sólo conservacionista o paisajística, sino también «socioeconómico» -asegura la delegada-, desde el punto de vista cinegético. El corzo andaluz ha incrementado su valor como trofeo de caza en los últimos años, al tratarse de un ecotipo singular que además vive en unos ambientes de gran belleza natural. La nueva catalogación de los trofeos de corzo ha supuesto un revulsivo económico en las zonas donde se encuentra esta especie, puesto que las actuaciones de mejoras de las poblaciones de corzo andaluz también suponen «la creación de puestos de trabajo de guardería y de servicios para el manejo de la especie, a través de personal especializado en capturas, transporte, veterinarios, etcétera».
Del éxito de la estabilidad y aumento de la población de corzo en el Parque Natural Sierra de Huétor, dependerá la posibilidad de disponer en los próximos años de un nuevo valor económico del espacio protegido a través del recurso de la caza, pudiéndose ofrecer en ese momento la posibilidad de iniciar una serie de recechos entre la población local de cazadores.