El distanciamiento entre Ciudadanos y Vox pone en jaque el proyecto del Ayuntamiento
- Onofre Miralles manifestó ayer su desacuerdo con el reparto de áreas y no asistirá al Pleno de organización de la próxima semana
- También ha cancelado una cita con Luis Salvador fijada para este fin de semana
Las tornas han cambiado y ahora el cordón sanitario impuesto por Ciudadanos a Vox asfixia a la primera formación en manos de la segunda. Con Luis Salvador en la alcaldía y el acuerdo cerrado con el PP, el siguiente paso es saltar a una estructura de Ayuntamiento bicéfala, con Sebastián Pérez como teórico número dos, aunque para ello habría que modificar el Reglamento Orgánico Municipal (ROM) ne le próximo Pleno de organización, que tendrá lugar el lunes o martes de la semana que viene.
Esto no sería ningún problema de no ser porque las relaciones entre los tres partidos que llevaron a Salvador al poder están muy debilitadas. Si bien populares y naranjas siguen de la mano, hay una tercera parte olvidada que -valga la redundancia- no olvida. Esa tercera pieza de la ecuación es Vox, que pidió tener voz en el equipo de gobierno y ha visto cómo Ciudadanos se la negaba para después negar cualquier cordón sanitario. La formación de extrema derecha ya ha mostrado su descontento en alguna que otra ocasión por esta situación, pero ayer Onofre Miralles dejó cristalina su intención.
El portavoz de Vox en Granada acudió, como suele ser habitual, a su cuenta de Twitter para dar a conocer sus intenciones. En el día del Orgullo, Miralles tiró del suyo para manifestar que «con mi voto Granada no tendrá vicealcalde». De este modo, expresó su intención de no acudir al Pleno de organización que tendrá lugar, según aseguró el alcalde, el lunes o martes de esta semana que entra.
El número uno en la ciudad de la Alhambra de la formación presidida por Abascal quiso manifestar su «desacuerdo con la estructura del gobierno de Luis Salvador». «Se han incumplido cuestiones pactadas», aseguró antes de añadir que «no puede ser la primera decisión de un gobierno nombrar más generales que cabos», en alusión a las siete tenencias de alcaldía que han promovido Ciudadanos y PP de forma conjunta. Como tercer motivo de su descontento, quiso reclamar que estos dos partidos «han desaprovechado el talento de Vox Granada». «No estoy de acuerdo con el reparto de áreas más propio de permitir tapar las chorizadas del anterior gobierno del PP que de mirar por una Granada para el futuro», indicó, «la mejor muestra de desacuerdo creo que es no asistiendo a lo que considero que está siendo un circo».
Este «circo», al que quiso bautizar como «la Gran Granada de las personas pequeñas», se salda además con la confirmación por parte de Miralles de que no acudirá a una cita que tenía programada este mismo fin de semana con Luis Salvador. «No me vale el donde dije digo, digo Diego y no soy un tipo fácil de torear», aseguró el portavoz de Vox antes de advertir que «ya me han dado un pase, no creo que me peguen el segundo».
Las cuentas no salen para modificar el ROM
El cambio en el ROM necesario para que Sebastián Pérez asuma la vicealcaldía tendrá que ser aprobado en el pleno de la próxima semana. Sin embargo, sin el apoyo de Vox no salen las cuentas para que esto ocurra, derribando el que sería uno de los pilares del acuerdo entre PP y Ciudadanos. Ambas formaciones suman once ediles, mientras que necesitarían al menos 14 para asegurarse de que sus pretensiones se cumplan.
Tendrán, por lo tanto, que esperar que Beatriz Sánchez y Mónica Rodríguez, números dos y tres de Vox, sí que acudan al Pleno y decidan votar a favor de esta medida. El propio Onofre Miralles ya pidió durante la jornada de ayer a sus compañeras que «se sientan libres de tomar la decisión que consideren», lo que remató asegurando que «la voz de Vox debe escucharse fuerte en Granada».