El esperpento interminable del 2+2
- A ocho días de cumplirse los dos meses desde el Pleno de Investidura, las posturas de Ciudadanos y PP respecto a la alternancia de la alcaldía siguen muy distantes
Un tira y afloja constante, esa es la situación que vive la alcaldía de Granada. Partido Popular y Ciudadanos siguen, casi dos meses después de la investidura de Luis Salvador, sin lograr limar las asperezas que se levantaron aquel 15 de julio, enzarzándose en una pelea infantil en la que Madrid ha tenido que volver a actuar, como esos padres que separan a los críos que discuten por un juguete.
Algo así debe de ser Granada para el equipo de gobierno, más centrado en si van a estar dos o cuatro años que en dar las respuestas que sus habitantes llevan tantos días pidiendo. Lo importante ahora es el sillón, no los que lo han construído, y cuanto más tiempo dure, mejor. Ese sillón, casi como el trono de hierro de Juego de Tronos, atrae guerras por su capacidad para resucitar muertos.
Poco más que un muerto político era Luis Salvador antes de las elecciones. Su abandono a la ciudad para ir al Congreso gustó poco y se terminó reflejando en el resultado de unas elecciones que ya ha quedado demostrado que de poco o nada sirvieron, pues el alcalde tiene cuatro concejales y un número de votos que roza lo ridículo. Fue entonces cuando apareció el pacto de la discordia, que ahora resulta que sí que fue firmado, aunque Ciudadanos nunca haya hecho por mostrarlo ni mencionarlo antes.
«No nos estrechamos las manos como tal», esgrimió hace poco Luis Salvador como único argumento para negar la alternancia que pedía un Sebastián Pérez que llegó a amenazar con pasar a la oposición. Sin embargo, parece que el apretón de manos realmente fue un papel firmado por Fran Hervías y Teodoro García Egea en un claro gesto de que Granada poco tiene que ver con el devenir de sus gobernantes, un papel que no se había mencionado hasta el momento y que -cosas de la vida- no ha aparecido todavía, pese al órdago del PP.
Precisamente los populares son los que han aflojado más en las últimas fechas. Lanzaron la amenaza de dejar de apoyar al regidor y desaparecieron, probablemente a la espera de la sentencia sobre el Congreso Provincial, que desestimó el recurso de Juan García Montero. Con todo a favor de Sebastián Pérez, la formación azul ha decidido dar un paso al lado temporalmente, más pendientes de Madrid que de Granada. De hecho, por si acaso, Juanma Moreno decidió no aceptar preguntas durante su visita a Granada, vaya a ser que se reabriese un debate para informar a la población de algo que realmente les preocupa. El esperpento del 2+2 sigue su camino, un sendero sin fin a la vista y rodeado de nubes que cada vez lo nublan más, hasta el punto de que la ciudad quizás tenga que olvidar el tema o esperar hasta 2021.