El «gobierno del cambio» llega con un gasto extra de 400.000 euros y sin aclarar la alternancia

El «gobierno del cambio» llega con un gasto extra de 400.000 euros y sin aclarar la alternancia

  • Luis Salvador y Sebastián Pérez rehusaron pronunciarse respecto a quién será el alcalde de Granada dentro de dos años
  • Las siete tenencias de alcaldía suponen un gasto añadido de 400.000 euros para un Ayuntamiento ya endeudado

Pocas veces un acuerdo había generado tantas dudas en el Ayuntamiento de Granada. Ayer, Ciudadanos y Partido Popular se congratulaban de haber llegado a un entendimiento para formar el que denominaron como «gobierno del cambio». Sin embargo, el documento firmado por los partidos no iba más allá del reparto de las concejalías, sin arrojar detalles del programa -que teóricamente se dará a conocer en los próximos días- y pasando de dos a siete tenencias de alcaldía.

Incluso dentro del propio escrito rubricado por las dos formaciones se encuentran ciertas irregularidades que podrían resultar extrañas. Es el caso de la concejala de Ciudadanos Lucía Garrido, que además queda fuera de la Junta de Gobierno Local. Atendiendo al documento emitido ayer, la edil asume sus funciones en las áreas de Cultura, Derechos Sociales y Accesibilidad. Las dudas llegan cuando, leyendo el convenio al completo, se aprecia que estos tres sectores ya tienen a alguien que los dirija. El encargado de Cultura, sin ir más lejos, es el propio Luis Salvador, mientras que los Derechos Sociales y el área de Accesibilidad los asume el segundo teniente de alcalde, José Antonio Huertas.

Otra de estas cosas fuera de lo común es el cambio en el número de tenencias de alcaldía. Este puesto implica que quien lo posea debe percibir un salario mayor, lo que llevó al equipo de Paco Cuenca a reducir el número hasta los dos tenientes de alcalde durante sus tres años de legislatura para reducir los gastos. Ahora, con un Ayuntamiento en una situación financiera que roza lo crítico, Ciudadanos y Partido Popular han acordado una relación de siete personas ocupando estos cargos a la espera de que se confirme la estructura bicéfala, por lo que el consistorio tendrá que hacer frente a un gasto extra que ronda los 400.000 euros.

Esta situación fue comentada durante la jornada de ayer por los grupos políticos de la oposición. El primero de ellos fue el PSOE, que a través de Ana Muñoz Arquelladas quiso tildar de «descaro sin precedentes» la actitud de los nuevos dirigentes del Ayuntamiento, de los que aseguró que «han decdido asaltar las arcas municipales». A esto se unió Vox mediante su portavoz, Onofre Miralles, que aseguró en Twitter que «el PP ha enseñado sus vergüenzas a Ciudadanos» antes de advertirles de que «Granada no tiene precio». Cabe destacar que su formación ya advirtió de la posibilidad de una moción de censura, si bien en las últimas fechas se muestran más reticentes al respecto.

Otra de las acciones que levantan dudas es la desaparición del área de Igualdad. Si hasta la fecha había sido un aspecto importante gracias al V Plan de Igualdad de Género y a la lucha contra la violencia machista, el nuevo gobierno de PP y Ciudadanos olvida estas medidas y no destinará ningún concejal a este área, dejándola huérfana y, previsiblemente, abandonada. Desde el propio PSOE ya lamentaron ayer este movimiento asegurando que «Vox no ha tenido que coger ninguna concejalía para que lo peor de su discurso se instale en el Ayuntamiento de Granada».

Finalmente, y aunque Luis Salvador y Sebastián Pérez trataron de quitarle hierro insinuando que a los granadinos no les interesa, la ciudad sigue sin saber quién será su gobernante en 2021. Se dejaron caer detalles que apuntan a que no habrá una alternancia, si bien puede darse la situación de que ambos partidos continúen con el tira y afloja en este aspecto. El actual alcalde aseguró que se trata de un «gobierno de cuatro años», mientras que el presidente de los populares en Granada deslizó que «el posicionamiento del PP ya se hizo público».

Once concejales no aseguran mayoría

Luis Salvador es alcalde de Granada a día de hoy gracias a la unión de tres fuerzas. La primera y más obvia es la de su partido, Ciudadanos, con cuatro ediles; el principal apoyo es el Partido Popular con sus siete concejales; por último, redondeó el acuerdo Vox con sus tres apoyos para sumar la mayoría absoluta.

Sin embargo, algo ha cambiado desde entonces. El gobierno lo componen íntegramente personas de Ciudadanos y PP, por lo que Vox se ha quedado fuera, aunque aseguran que tendrán un papel preferente a la hora de proponer cosas. Sin embargo, en numerosas ocasiones los de Onofre Miralles han advertido de que se pactó su presencia en la corporación municipal y que querían una representación acorde al resultado logrado, llegando incluso a amenazar con una moción de censura.

Las peticiones de la formación de extrema derecha no se han cumplido y Vox parece haber adoptado ya el papel de oposición. Ahora deben elegir el camino a seguir entre la opción de dejarles gobernar y tratar de hacerse escuchar o apoyar una posible moción de censura por parte del PSOE que dé como resultado la alcaldía para Paco Cuenca. En cualquier caso, los de Miralles continuarían en la oposición, si bien una de las posibilidades sería más fiel al razonamiento que se está siguiendo desde la Ejecutiva del partido en Madrid.

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