El hospital Cínico mejora el estudio de los trastornos digestivos
- El nuevo equipamiento que permite el estudio completo del esófago mediante ondas multicanal, acorta los tiempos de exploración, reduce las molestias del paciente y ofrece un diagnóstico más preciso
El servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada ha incorporado la última tecnología en manometría de alta resolución como herramienta para mejorar el estudio de los trastornos digestivos. Este sistema presenta como principal ventaja la posibilidad de estudiar simultáneamente todo el esófago y sus esfínteres (válvulas de entrada y salida), mediante el uso de sondas multicanal. Con ello, se logra reducir los tiempos de exploración y evitar molestias al paciente, así como mejorar la precisión en el diagnóstico.
La manometría de alta resolución permite realizar una prueba a través de una sonda especial dotada de 36 sensores que se introduce por la nariz. A partir de ella se explora el esófago para valorar el funcionamiento en cada uno de sus tramos y localizar con mayor exactitud si existe algún problema y dónde se encuentra.
Con este nuevo equipamiento, y la incorporación previa de dos registradores de pH-metría (técnica que permite conocer el nivel de ácido en el esófago) combinada con impedanciometría ambulatoria de 24 horas (empleada para estudiar el grado e intensidad del reflujo gastro-esofágico), el hospital cuenta ya con las principales herramientas para el estudio de importantes patologías del esófago (trastornos motores esofágicos y enfermedad por reflujo gastro-esofágico).
La unidad de Motilidad Digestiva del Hospital Clínico San Cecilio suma así las tecnologías más avanzadas a su labor de diagnóstico y atención a pacientes con trastornos digestivos motores en la que cuenta con más de 20 años de trayectoria. Su responsable, el especialista en Aparato Digestivo Francisco Casado, subraya que estas nuevas técnicas “facilitan la comprensión y el aprendizaje sobre este tipo de problemas de salud, perfilando mejor el diagnóstico y conocimiento de los trastornos del esófago, a partir de un nuevo sistema de clasificación de los mismos”.
Además, según la doctora Dolores Quintero, responsable del servicio de Aparato Digestivo, supone “un avance que implica a múltiples servicios como cirugía general, otorrinolaringología, enfermedades sistémicas, neumología y cardiología, que pueden mejorar el tratamiento de sus pacientes gracias a un diagnóstico más preciso”. Así, entre las patologías más frecuentes que esta técnica permite afrontar con más garantías se encuentra la cirugía del reflujo gastro-esofágico, la disfagia (dificultad para tragar), el dolor torácico no coronario o las manifestaciones respiratorias de difícil control. Se estima que cada año pueden realizarse una media de 500 exploraciones con este nuevo equipamiento.
Esta unidad se integra en el servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Clínico San Cecilio y fue la primera de estas características creada en Granada. Su trabajo se centra en atender todas las complicaciones relacionadas con el desplazamiento del quimo (mezcla de alimentos digeridos, agua y jugos gástricos) por el aparato digestivo.
En 2019 se realizaron 180 manometrías esofágicas convencionales, 150 pH-metrías de 24 horas y unas 30 manometrías anorrectales. El nuevo equipamiento permitirá aumentar el número de exploraciones esofágicas, por lo que se estima que se puedan realizarse unas 225 manometrías de alta resolución y cerca de 200 pH-metrías (con o sin impedancia).
Entre las pruebas más frecuentes llevadas a cabo en la Unidad de Motilidad se encuentran: Manometría esofágica convencional y ahora también (gracias a este nuevo equipamiento) de alta resolución; Manometría anorrectal; pH-metría de 24 horas (con o sin impedanciometría); Test del hidrógeno espirado para intolerancias hidrocarbonadas; Test de sobrecrecimiento bacteriano y estudio del tiempo de tránsito colónico con marcadores radioopacos (estreñimiento).
Asimismo, algunas de las patologías más habituales que se atienden en la Unidad de Motilidad son pacientes con disfagia (dificultad para tragar), pacientes con dolor torácico en los que ha sido descartado previamente el origen coronario, pacientes con síntomas respiratorios o laríngeos recurrentes en los que no se encuentra otra causa y se quiere descartar origen esofágico y pacientes en los que se necesita comprobar si el tratamiento médico está haciendo el efecto correcto. Igualmente, se realizan estudios de enfermedad por reflujo gastro-esofágico en pacientes sin esofagitis y con mala respuesta al tratamiento médico, así como estudio preoperatorio en pacientes que van a ser intervenidos de reflujo gastro-esofágico.
También se atiende a pacientes con estreñimiento crónico con posible origen funcional, bien por tránsito lento (estudio de marcadores) o por disinergia pélvica (manometría anorrectal), pacientes con dolor abdominal, distensión y diarrea en los que se sospecha la existencia de una intolerancia a hidratos de carbono (lactosa, fructosa y sorbitol) o un sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado. La Unidad de Motilidad cuenta también con una consulta específica para el seguimiento y tratamiento de este tipo de pacientes, así como del síndrome del intestino irritable, la diarrea crónica funcional y la esofagitis eosinofílica.