El jurado del crimen del maletero recibe el objeto del veredicto y se retira a deliberar
- La Fiscalía pide 18 años de prisión para el principal acusado por supuesto asesinato
El jurado popular que enjuicia al hombre acusado de matar en 2016 a un amigo cuyo cuerpo sin vida apareció en el maletero de su coche abandonado en un aparcamiento de Huelva, y a otros dos varones que supuestamente encubrieron el crimen, ha recibido este jueves el objeto del veredicto con el que se ha retirado a deliberar.
Una vez redactado el objeto del veredicto, pasado el mediodía de este jueves, la presidenta del tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada, que juzga el caso desde el 7 de octubre, se lo ha entregado a los miembros del jurado, que habrán de dictar veredicto de culpabilidad o no culpabilidad sobre los tres acusados.
Este pasado miércoles, la Fiscalía, que pide 18 años de prisión para el principal acusado por supuesto asesinato, introdujo en sus conclusiones definitivas la posibilidad de que se puedan calificar alternativamente los hechos como homicidio y que, en ese caso, pueda ser condenado con 15 años de prisión.
La acusación particular, que representa a la madre de la víctima, mantuvo su petición de pena al principal acusado a 25 años de prisión por supuesto asesinato, sumándole dos por tenencia ilícita de armas. Para uno de los dos a los que la Fiscalía acusa solo por encubrimiento, pide 18 años de cárcel, y para el tercero, tres años por supuestamente encubrir el crimen. Las defensas piden la libre absolución por falta de pruebas en un caso en el que no se halló el arma.
El relato de los hechos planteado por el fiscal al inicio del juicio aludió a que la víctima y el presunto asesino eran amigos desde la infancia y mantenían además una relación comercial por el cultivo de una plantación de marihuana que tenían en una nave en el polígono industrial Los Álamos de Atarfe.
No obstante, su amistad se fue transformando en «rencillas y animadversión» por desacuerdos sobre el reparto de los beneficios que la víctima, socio capitalista en el negocio, había impuesto al acusado, según el fiscal, para quien ambos se habían citado en la nave el día del crimen, el 6 de abril de 2016, cuando el acusado aprovechó que su amigo viajaba solo para esperarle dentro y acecharle con la intención de acabar con su vida.
En su declaración ante el tribunal, el acusado lo negó, e indicó que el citado negocio era «exclusivamente» del fallecido pues él se desvinculó del mismo –planteado inicialmente, dijo, para la colocación de placas de pladur– cuando «empezó a hacer otras cosas». Agregó que él no quería «saber nada de la marihuana», y que su amistad «no se deterioró nunca».
Para la Fiscalía, a la víctima, «sin darle la más mínima ocasión de defenderse, lo recibió poniéndole una bolsa de plástico en la cabeza y golpeándole en la cabeza con el martillo de un revólver del calibre 38».
«CHARCO DE SANGRE»
Luego, el principal acusado le habría dado varios disparos, al menos seis, en la cabeza y el cuerpo, hasta que cayó mortalmente herido en el suelo de hormigón de la nave, donde quedaría tendido en un gran chaco de sangre» para luego fallecer.
Sobre las 16,00 horas, según el fiscal, el presunto asesino comentó lo ocurrido con sus dos principales amigos y socios en el negocio de la marihuana y les «solicitó su colaboración para hacer todo lo necesario para eliminar los vestigios» del crimen.
No han sido identificadas las personas que trasladaron el cadáver hasta Huelva simulando, según el fiscal, «un viaje de regreso de la víctima a su domicilio en su coche, que fue abandonado», en la calle Granada de Río Tinto.
Después de que los vecinos denunciaran el fuerte olor que provenía del coche, que no reconocían como habitual en la zona, agentes de la Policía descubrieron el cadáver del hombre en el maletero.