El Pilar de la Vaca

(Este artículo no ha querido ser publicado por el periódico Ideal para este primero de Mayo. Agradecer a este medio su compromiso con la verdad y con la libertad de expresión propia de un estado democrático)

En el Pilar de la Vaca se roba a los trabajadores y trabajadoras, se roba al Estado, en una suerte de fraude a la Seguridad Social, se roban las prestaciones por desempleo, se roba al fisco, se roba a la ciudadanía, y no pasa nada.

En el Pilar de la Vaca, que es un sitio muy “bonito”, excepto para trabajar, esta sociedad ha decidido premiar a su representante durante mucho tiempo para que rija los designios de nuestros empresarios de la Hostelería, aquellos que nos mantuvieron seis años sin convenio colectivo. Esta sociedad, los que tiran de sus hilos, ha decidido premiar al establecimiento por los servicios prestados con celebraciones tan emblemáticas como el festival de la saeta de nuestra ciudad. E incluso algún partido político pensó que un señor cargado de banderitas de España por todo el cuerpo sería el mejor concejal que podrían llevar sus listas electorales como representante público, hasta que este escándalo se hizo notorio. Quizás no sabían que en el Pilar de la Vaca se roba, se roba como lo hacen los carteristas, los que tiran del bolso de las señoras mayores. Se roba como los que hacen uso de la luz para cultivar invernaderos de marihuana. Y se roba, como siempre, a hurtadillas, sin que se entere mucha gente, pero con nocturnidad, alevosía y reiteración, porque no tendríamos para comprobar esta afirmación más que pedir el histórico de la Inspección de Trabajo de nuestra provincia.

El responsable del Pilar de la Vaca no vive en un barrio marginal de nuestra ciudad, su responsable pisa alfombra roja en las instituciones granadinas. Por todo esto, desde Comisiones Obreras hemos decidido, como está de moda, poner cordones, si bien no sanitarios. En Comisiones Obreras los cordones son sindicales, sociales y fiscales, y delimitamos a aquellas empresas y empresarios que quieren debilitarnos como sociedad, terminar con nuestros derechos y terminar con nuestra libertad.

Por eso es tan importante que los trabajadores y las trabajadoras de este país salgamos no solo a votar, como este domingo pasado, por nuestros derechos. Sino que salgamos este próximo día 1 de mayo, y tantas veces como sea necesario, a participar de la sociedad que es nuestra, a seguir reivindicando aquello que es nuestro y que queremos recuperar, a seguir participando masivamente en la vida pública, simplemente porque nos va la existencia en ello, nos va el futuro de nuestros hijos e hijas. Y, sobretodo, nos va nuestra dignidad como clase trabajadora. El Pilar de la Vaca, que es un nombre ficticio, puede ser cualquiera de los negocios en los que consumimos cada día. Por ello, los trabajadores y las trabajadoras debemos fortalecer nuestros lazos de solidaridad, y pelear organizados en cada empresa, no solo por no ser pisoteados, sino por seguir conquistando rentas y derechos. Viva el sindicalismo, viva el primero de Mayo.