El PSOE denuncia la desaparición de las políticas de juventud en el Ayuntamiento de Granada
- Eduardo Castillo, responsable de estos asuntos en el Grupo Municipal Socialista, lamenta que PP y Cs hayan acabado con el servicio de dinamización del área después de años prestando un servicio que ha sido referente para otros ayuntamientos de España
El máximo responsable de Juventud del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Granada, Eduardo Castillo, ha denunciado la desaparición de las políticas jóvenes en el Ayuntamiento granadino. En su opinión, “la estrategia de PP y Cs, con la inestimable colaboración de Vox, quedó bastante clara en el pasado pleno. El Plan Joven, traído de espaldas a los colectivos, se aprobó con los únicos votos de las tres derechas. Les recuerdo que en ese Plan se recogen medias cruciales para nuestra gente joven, empleo, vivienda, acceso a la cultura, etc. Pero tanto PP como Cs prefieren la radicalidad al consenso”.
Para Castillo, “esto muestra que el actual bipartito carece de estrategia para la gente joven. Ayer se debió haber celebrado el Consejo Municipal de la Juventud, suspendido dos horas antes de su inicio por unos supuestos problemas técnicos incomprensibles cuando existe una plataforma sin usar que nos costó a todos los granadinos 18.000 euros. Y para colmo, nos enteramos hoy de que el servicio de dinamización del área ha sido extinguido con el consiguiente despido de trabajadores y trabajadoras, bajo el peregrino argumento de que el contrato había finalizado. Realmente absurdo. Si el contrato de recogida de basura se acabara, ¿dejaríamos sin recoger los residuos en Granada?”
A lo largo de este mandato hemos tenido constancia de lo que importa la juventud a PP y Cs. Para empezar, la Plaza de la Ciudad Europea del Deporte, el antiguo botellódromo, ha sido abandonada a su suerte, volviendo a ser un espacio para el consumo de alcohol en la calle, el cual ha recuperado su protagonismo con botellones descontrolados en la práctica totalidad de las plazas públicas, con especial incidencia en barrios como el Albaicín; sabemos que Luis Salvador se ha aficionado a salir en los medios criminalizando a la gente joven de la expansión del virus en Granada, cuando la única responsabilidad ha sido suya al permitir imágenes como las de la calle Ganivet durante el puente del Pilar. La la política musical ha desaparecido. Granada ya no es esa ciudad de música en la calle y conciertos. Antes de la llegada de la pandemia, se cargaron el concurso ‘Emergentes’, que se hacía de la mano de la sala Planta Baja, ayudando a dar la puntilla a un sector, el de las salas de conciertos, ahora mismo presa de una crisis gravísima”.
El concejal del PSOE ha lamentado que “esta ciudad haya pasado de ser un referente en políticas de dinamización con la gente joven, con actividades como la Gymkana juvenil, a ser la ciudad cuyo alcalde aplaude el cierre de las aulas de la Universidad, motor de conocimiento y económico en Granada, sin ningún tipo de respaldo científico o técnico. Granada fue durante tres años una ciudad con un modelo en el que la juventud era clave: se acabó con el botellódromo, se apostó por la Cultura en la calle, la música en directo, el deporte, la Ciencia y la Investigación. Hoy, con Luis Salvador al frente del Ayuntamiento, Granada es una ciudad deprimida que ha decidido culpar a la gente joven de todos su males, a la que ha dejado sin deporte, sin cultura, sin ocio alternativo y sin futuro”.
Eduardo Castillo, responsable de estos asuntos en el Grupo Municipal Socialista, lamenta que PP y Cs hayan acabado con el servicio de dinamización del área después de años prestando un servicio que ha sido referente para otros ayuntamientos de España.
El máximo responsable de Juventud del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Granada, Eduardo Castillo, ha denunciado la desaparición de las políticas jóvenes en el Ayuntamiento granadino. En su opinión, “la estrategia de PP y Cs, con la inestimable colaboración de Vox, quedó bastante clara en el pasado pleno. El Plan Joven, traído de espaldas a los colectivos, se aprobó con los únicos votos de las tres derechas. Les recuerdo que en ese Plan se recogen medias cruciales para nuestra gente joven, empleo, vivienda, acceso a la cultura, etc. Pero tanto PP como Cs prefieren la radicalidad al consenso”.
Para Castillo, “esto muestra que el actual bipartito carece de estrategia para la gente joven. Ayer se debió haber celebrado el Consejo Municipal de la Juventud, suspendido dos horas antes de su inicio por unos supuestos problemas técnicos incomprensibles cuando existe una plataforma sin usar que nos costó a todos los granadinos 18.000 euros. Y para colmo, nos enteramos hoy de que el servicio de dinamización del área ha sido extinguido con el consiguiente despido de trabajadores y trabajadoras, bajo el peregrino argumento de que el contrato había finalizado. Realmente absurdo. Si el contrato de recogida de basura se acabara, ¿dejaríamos sin recoger los residuos en Granada?”
A lo largo de este mandato hemos tenido constancia de lo que importa la juventud a PP y Cs. Para empezar, la Plaza de la Ciudad Europea del Deporte, el antiguo botellódromo, ha sido abandonada a su suerte, volviendo a ser un espacio para el consumo de alcohol en la calle, el cual ha recuperado su protagonismo con botellones descontrolados en la práctica totalidad de las plazas públicas, con especial incidencia en barrios como el Albaicín; sabemos que Luis Salvador se ha aficionado a salir en los medios criminalizando a la gente joven de la expansión del virus en Granada, cuando la única responsabilidad ha sido suya al permitir imágenes como las de la calle Ganivet durante el puente del Pilar. La la política musical ha desaparecido. Granada ya no es esa ciudad de música en la calle y conciertos. Antes de la llegada de la pandemia, se cargaron el concurso ‘Emergentes’, que se hacía de la mano de la sala Planta Baja, ayudando a dar la puntilla a un sector, el de las salas de conciertos, ahora mismo presa de una crisis gravísima”.
El concejal del PSOE ha lamentado que “esta ciudad haya pasado de ser un referente en políticas de dinamización con la gente joven, con actividades como la Gymkana juvenil, a ser la ciudad cuyo alcalde aplaude el cierre de las aulas de la Universidad, motor de conocimiento y económico en Granada, sin ningún tipo de respaldo científico o técnico. Granada fue durante tres años una ciudad con un modelo en el que la juventud era clave: se acabó con el botellódromo, se apostó por la Cultura en la calle, la música en directo, el deporte, la Ciencia y la Investigación. Hoy, con Luis Salvador al frente del Ayuntamiento, Granada es una ciudad deprimida que ha decidido culpar a la gente joven de todos sus males, a la que ha dejado sin deporte, sin cultura, sin ocio alternativo y sin futuro”.