El uso de gafas de natación provoca alteraciones agudas en la lágrima, según un estudio de la UGR
- Estos hallazgos tienen especial relevancia en pacientes que sufren de ojo seco y practican natación, ya que podría favorecer los síntomas de irritación, malestar e incomodidad
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada (UGR), publicado en la revista Journal of Optometry, ha concluido, que durante el uso de gafas de natación, la película lagrimal sufre un empeoramiento. En concreto, los investigadores han observado una reducción en el tiempo de ruptura de la lágrima, efecto que desaparece inmediatamente después de retirar las gafas de natación. Estos hallazgos tienen especial relevancia en pacientes que sufren de ojo seco ya que podría favorecer los síntomas de irritación, malestar e incomodidad.
La película lagrimal juega un papel muy importante en el mantenimiento de la fisiología ocular, puesto que aporta nutrientes, protege de agentes externos y elimina desechos, además de mantener la visión nítida proporcionando superficie ópticamente lisa. Cuando hay una escasez de lagrima de forma crónica, o bien su calidad es baja, se presenta el síndrome de ojo seco que cursa con síntomas de picor, irritación, sensación de cuerpo extraño y ojo rojo.
Debido a la creciente frecuencia del síndrome de ojo seco, los profesionales de la salud visual están investigando constantemente las estrategias más pertinentes para el tratamiento de esta condición, así como los factores externos que pueden potenciar su sintomatología. Uno de los parámetros clave para el diagnostico del ojo seco es el tiempo de ruptura lagrimal, que es una prueba que aporta información sobre la calidad de la lágrima y consiste en medir el tiempo en el que la lágrima comienza a evaporarse. Cuanto menor sea el tiempo de rotura lagrimal, peor será la calidad de la lágrima.
Evaluar la calidad de la lágrima
En este estudio, el objetivo de los autores fue evaluar la calidad de la lágrima mediante la evaluación del tiempo de rotura lagrimal mientras se llevaban puestas unas gafas de natación ya que estas han mostrado previamente alterar la fisiológica ocular (aumento de la presión intraocular, cambios en la biomecánica y estructura corneal). Para ello, 28 ojos de 14 participantes sanos llevaron unas gafas de natación durante 5 minutos. El topógrafo corneal CA800 fue el instrumento utilizado para evaluar el tiempo de rotura lagrimal antes, a los 3 minutos de portar las gafas e inmediatamente al quitarlas. Las gafas de natación contaban con una abertura en el cristal para favorecer la medición.
Los resultados demostraron que el tiempo de rotura lagrimal se reduce durante el porte de las gafas de natación, pero inmediatamente al quitar las gafas, los valores vuelven al estado basal. En concreto, se apreció una reducción del 45% del tiempo de ruptura lagrimal durante el uso de las gafas de natación en comparación con el valor basal. Los autores sugieren que la causa que explica estos efectos podría ser que los cambios en la morfología de la córnea a consecuencia del aumento de la presión mecánica ejercido por las gafas sobre los tejidos oculares deterioren la estabilidad de la película lagrimal.
A pesar de la evidencia de que el uso de las gafas de natación previene los efectos perjudiciales del cloro de las piscinas en el ojo, estos resultados sugieren que el uso de las mismas puede tener un impacto negativo en la estabilidad de la película lagrimal. Los especialistas de la visión deben tener en cuenta estos efectos del uso de las gafas de natación en la calidad de la lágrima para prevenir o minimizar los efectos secundarios oculares indeseables sobre todo en pacientes que sufran del síndrome de ojo seco.