¡Es la sanidad, estúpido!
Parafraseando la célebre frase de James Carville, asesor del demócrata Bill Clinton, en la exitosa campaña que en 1992 le impulsó desde su modesto sillón de gobernador de Arkansas hasta el Despacho Oval de la Casa Blanca, 32 años después podríamos utilizarla para alertar al inquilino del Palacio de San Telmo de lo que se le está viniendo encima, vía movilizaciones populares, vía descontento de los profesionales, o vía judicial ante el descalzaperros de los contratos del SAS que ya está en manos judiciales y de la Fiscalía Anticorrupción
Empecemos por lo económico: “Unos presupuestos históricos para la sanidad andaluza”, seguramente lo habrán escuchado unas cuantas veces, bien en boca del presidente de la Junta de Andalucía e Hijo Predilecto de Granada, Juan Manuel Moreno, bien en la de la flamante consejera de Salud, Rocío Hernández, bien en la de cualquier responsable territorial del Gobierno autonómico… y llevan razón, el Presupuesto andaluz para 2025 dedica 15.247 millones a sanidad: mil millones más que este año. Según el presidente de la Junta, solo el SAS gestionará «más dinero que la Xunta de Galicia». Dicho así suena estupendo, pero la cosa tiene más trampas que una película de chinos.
Esos mil millones que supuestamente iban a dejar nuestra sanidad más bonita que un San Luis, esconden mucha “letra menúa”, como se dice por Graná, porque verán ustedes, de esos mil millones, 335 son para las farmacéuticas que el año que viene se van a embolsar la friolera de 4100 millones; otros 107 millones van a la cuenta de resultados de las empresas de la sanidad privada, que ya ascienden a casi 700 y 465 millones llegan de las inversiones correspondientes a este año que la Consejería de Salud ha sido incapaz de gastar.
Si hacen ustedes la suma, verán que de esos mil millones tan celebrados, solo menos de cien van a ser los que realmente aumentarán ese presupuesto “histórico”, que luego habrá que ver hasta que unto se ejecuta, porque en este ejercicio de 2024, la Junta solo ha sido capaz de ejecutar una cuarta parte de las inversiones sanitarias previstas.
Los presupuestos “más ambiciosos” de la historia, sí que parecen serlo para la sanidad privada, cuyas partidas crecen un 18%, por tan solo el 7% en que crece la pública que además ha visto como se recortan 50 millones en el Capítulo I destinado al personal hospitalario y de áreas sanitarias; no dan respuesta a unas listas de espera disparadas; hunden la atención primaria, donde no se incrementa el precio por hora desde hace cuatro años; disminuyen las inversiones en un 9%, de las que el 95% se financian con fondos europeos y nacionales y en definitiva aumentan la desigualdad de los andaluces en el acceso a los servicios sanitarios en función del código postal y los niveles de renta.
A pesar que desde que gobierna Pedro Sánchez, el Gobierno andaluz ha recibido la friolera de 36.000 millones de euros para salud, Juan Manuel Moreno ha despedido a 18.000 profesionales sanitarios tras el Covid y ha llevado a Andalucía a presentar unos de los peores indicadores sanitarios de España, con dos millones de andaluces en listas de espera y más de medio millón de niños sin pediatra.
Sumen ustedes a todo lo anterior las cada vez más numerosas y repetidas movilizaciones en la calle y el escalofriante escenario judicial que se le abre al Gobierno de Bonilla, por el escandaloso método de contratación del Servicio Andaluz de Salud que ha llevado a un juez de Sevilla a imputar a los tres últimos gerentes del SAS y a la Fiscalía Anticorrupción a asumir la investigación por los más de 243 millones de euros, que según la Intervención se realizaron con total ausencia del procedimiento legal establecido y convendrán conmigo que el horizonte que se le presenta a Juan Manuel justifica sobradamente lo de “¡Es la sanidad, estúpido!”.
Muy decepcionante y claramente indicativo de por dónde van los tiros.
finalmente serían 93 millones sujetos a ser ejecutados. pero ¿ y si a esta cantidad se le suman los 465 millones no ejecutados del año anterior ? En cualquier caso, poco para una sanidad tan necesitada como la andaluza.