Escondeos que ya viene la Carey
¡Feliz mes de Noviembre! Ya Mariah Carey se ha despertado del letargo de la hibernación y viene a darnos el coñazo con el temita navideño… a partir de ahora todo se llena de mantecaos y de personas estresadísimas por reservar una mesa para la cena navideña con gente que no soporta el resto del año. Un mes raro, yo prefiero Halloween, los monstruos me gustan más que la Carey. Aunque la fiesta del terror haya pasado yo os voy a recomendar un librico terrorífico “Cementerio de animales”, de Stephen King, que trata sobre un trozo de campo donde todo lo que entierras resucita, pero de una manera un poco chunga y maquiavélica, como yo cuando me levanto pero en versión pudripenta. Total, que los vecinos cuando se enteran de este fenómeno resucitador empiezan a enterrar ahí que si la típica mascotilla del niño que se muere porque te sientas sin mirar, que si el perrito de la familia que atropella la abuela sin querer, pero van subiendo el nivel y al final acaban enterrando de todo: niños, mayores, indios… Una lectura agradable si queréis pasar un rato de miedo, pero a mí lo que me da miedo verdaderamente de este mes es el cumpleaños de mi hija. Los cumpleaños infantiles sí que acojonan y no el King o el Burton, primero por los precios: veinte euros niño por merendar un sándwich con una loncha semitransparente de jamón york o una pizza congelada… que todavía si les pusieran caviar de Riofrío y jamón de dieciocho bellotas lo comprendería, aunque también entiendo que a esos monitores que los dejan en el infierno dos horas con cincuenta niños histéricos habría que pagarles veinte euros no, veinte mil. Luego está el rollo ese de hacer los cumpleaños cada vez más originales, como a ver quién es el más guay, vamos lo que le pasa a los americanos con el ruso. He visto cumpleaños en catamaranes, en zoos, en el Bernabéu, en playas desiertas y durmiendo con tiburones. ¿Dónde han quedado los bocadillos de nocilla y la abuela con los cinco eurillos que te daba sin que se enterara tu madre? ¿Cuando tengan cuarenta años dónde van a celebrar estos niños los cumpleaños? Yo siempre que voy a un parque de bolas me pregunto lo mismo ¿esas bolas de la piscina las limpia alguien? La próxima pandemia va a salir de ahí. Cincuenta niños por tarde durante 365 días al año echando mocos, babas y fluidos en las bolitas… eso es peor que los laboratorios biológicos o los murciélagos que se comen en China. ¡ Pa eso no hay vacuna, amigos! Yo personalmente estoy por celebrar el cumpleaños de la niña en un curso de supervivencia, que tal y como están las cosas les va a ir haciendo falta.
A mí me hubiese gustado ser María Carey porque trabaja menos que los Reyes Magos. Compuso un villancico hace años y todas las Navidades mientras suena en todas partes, más dinerito a la saca.