Jamás una formación política….

…contó con un despliegue de medios tan formidable como el del Partido Popular para la campaña electoral concluida el 23J, tras seis intensos años machacando tenazmente todo lo que queda fuera del angosto redil de su pensamiento único: FAES, Steve Bannon, «donantes anónimos», caja B, Ibex35, banca, patronal, inversores, medios de comunicación, fuerzas de seguridad, militares, monarquía, jueces, “celebridades”, redes sociales, famosos… y las bendiciones de la Conferencia Episcopal y el Concilio Pastoral Evangélico.

…dispuso de una pandemia mundial, una borrasca de nieve y frío, la erupción de un volcán y una guerra en Europa como munición para disparar al Gobierno de España. No suficientes estas desgracias, ha recurrido a la vileza de mentir y manipular sistemáticamente datos y noticias, primero Casado, luego Feijóo y siempre Ayuso.

…gozó de la cómplice “comprensión” de un electorado que amnistió su sistémica corrupción, perdonó su histórico apego a la mentira, pasó por alto las cruentas purgas en su cúpula, aplaudió su flirteo con el radicalismo extremista y cerró los ojos ante su oposición a todas las medidas para mejorar sus propias vidas.

…tuvo como cabeza de cartel mediocridades políticas del calibre de la corrupta Ayuso y de Feijóo, colega de un narco. Sin el respaldo de los medios señalados y el hábil manejo de los hilos por el Rasputín ebrio y camorrista M. A. Rodríguez, estos dos personajes nunca habrían pasado de ocupar una concejalía de pueblo, si acaso.

…se presentó a unas elecciones sin programa político más allá de la infamia de manipular a las víctimas de ETA, proteger los crímenes de la dictadura, incendiar Catalunya y Euskadi, meter en campaña a Venezuela, acusar de pucherazo a Correos o manchar con sus zarpas la bandera de todos y de todas.

…acosó de tal manera a sus aliados naturales de las derechas moderadas ni cultivó con tanto ahínco y deleite la peligrosa amistad con la extrema derecha hasta quedar aislada como un apestado en el lazareto ideológico al que hay que rodear con un cordón sanitario. Triste ironía, la formación del Gobierno de España está en manos ¡¡de Puigdemont!!

…se dejó arrastrar por la soberbia y la prepotencia despreciando los más elementales rudimentos de la Democracia como los debates públicos para contrastar ideas y programas; viendo y escuchando al candidato, se comprende, lo mismo que se teme una movilización violenta de sus adictos para asaltar el Congreso.

…pasó del cielo al infierno electoral en apenas dos meses, suficientes para que una parte significativa del electorado se haya percatado de lo que está perpetrando en ayuntamientos y comunidades autónomas en contra de los servicios públicos y los derechos cívicos como la libertad de expresión y de pensamiento.