Juicio por matar a un joven de un tiro en Santa Fe
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada acoge desde este lunes el juicio con jurado popular contra el acusado para el que la Fiscalía ha pedido una pena de 21 años y diez meses de prisión por la presunta comisión de delitos de asesinato y de tenencia ilícita de armas tras supuestamente matar a un joven de un tiro en un descampado de Santa Fe, en el área metropolitana de la provincia.
Según consta en el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, el procesado, se habría dirigido, sobre las 17,30 horas del pasado 7 de febrero de 2018, en busca de su víctima, con quien había tenido «problemas personales previos» debido a «la supuesta implicación de éste en la comisión de un robo» en su domicilio.
El procesado, en prisión provisional por estos hechos, se acercó supuestamente al joven y a unos conocidos del pueblo, y «empuñó a la vista de todos una pistola oscura en perfecto estado de funcionamiento y cargada con proyectiles del calibre milímetros i38, de la que no disponía licencia alguna para su manejo».
La Guardia Civil lo detuvo el 8 de febrero de 2018 por su presunta relación con la muerte del joven, que tenía 24 años, y que fue trasladado al Hospital del Parque Tecnológico de la Salud de Granada, tras sufrir un accidente de tráfico, al empotrar su coche contra un árbol. Los facultativos hallaron una herida en el abdomen producida por un disparo, según detallaron entonces a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
El fiscal detalla, en sus conclusiones provisionales, que el acusado realizó en el descampado primero «un disparo al aire», tras el cual la víctima, a la que antes había instado «a voz en grito» a que «se marchara de su barrio», fue a refugiarse «asustado en su automóvil».
Cuando «trató de escapar apresuradamente», el procesado, «guiado por el claro e inequívoco ánimo de quitarle la vida, se situó de pie frente al morro del coche, obstruyéndole la operación de huida y apuntando de súbito al asiento del conductor donde se había sentado» el otro, y «sin que éste pudiera por tanto repeler de manera alguna el ataque directo que iba a sufrir».
Después del disparo que le alcanzó la zona abdominal, «consiguió reunir las escasas fuerzas que le quedaban para tratar de escapar del lugar recorriendo algunos metros con su vehículo», hasta que, «segundos después, perdió la conciencia debido a la gran pérdida de sangre que sufrió». Los sanitarios no pudieron evitar su muerte «debido a la extrema importancia de las heridas sufridas», agrega el Ministerio Público.