La “bajada masiva de impuestos” de Juanma

No hace tanto tiempo, los meses de agosto eran auténticos eriales informativos que convertían las redacciones de los medios en prodigios de imaginación para llenar las páginas de los periódicos y los minutos de los noticiarios de las radios y televisiones. Últimamente la cosa ha cambiado bastante y la información no se marcha de vacaciones, unas veces por casualidades de la vida y otras, porque hay quienes intentan aprovechar que el personal está mayoritariamente disfrutando de su merecido descanso, para perpetrar auténticos atropellos a nuestros bolsillos, de los que solo seremos conscientes en septiembre, cuando la cosa ya no tenga remedio.

Es el caso de la Junta de Andalucía, que otro agosto más aprovecha el mes de agosto para acometer una subida en los precios de los comedores escolares. Según publicaba el BOJA del 2 de agosto, cuando llegue septiembre los comedores escolares serán un 15% más caros, así como otros servicios fundamentales para la conciliación familiar como el aula matinal o las actividades extraescolares.

Llueve sobre mojado porque ya el verano pasado, Moreno Bonilla también perpetró una subida del 4,2%, alegando que era “derivada tanto del aumento del coste de los alimentos y su distribución, como de los gastos de personal tras los sucesivos incrementos del Salario Mínimo Interprofesional”, a pesar de que Andalucía se encuentre a la cola en materia salariales.

Con el nuevo incremento de los comedores escolares, las familias andaluzas tendrán que desembolsar casi un 20% más que en 2022, lo que supone un gasto de media por hijo de 160 euros. Todo ello en una comunidad autónoma en la que la pobreza infantil, según la Encuesta de Condiciones de Vida, es de un 46,8%.

Que el comedor escolar de nuestros hijos sea el próximo curso un 20% más caro de lo que lo fue hace dos años, es una de las consecuencias directas de una de las medidas estrella de Bonilla, aquella “Bajada Masiva de Impuestos”, con la que el entonces candidato a la presidencia de la Junta, intentó camelar a los andaluces en aquella campaña de 2018 y que seis años más tarde se ha traducido en que todo lo público nos cueste más y en que Juanma haya perdonado más de mil millones de euros en impuestos a los más ricos.

Llama poderosamente la atención que la Junta de Andalucía que sube un 20% los comedores escolares a casi 80.000 familias de nuestra tierra, sea la misma que a finales del año pasado subió el sueldo de su presidente en el mismo porcentaje; la misma que sigue liderando la lista de comunidades con los barrios más desfavorecidos, con 10 de los 15 más pobres del país, alguno de ellos con una renta anual por habitante que no supera los 6.000 euros, o lo que es lo mismo, menos que una nómina mensual de su presidente; La misma en la que la semana pasada, el presidente de su Parlamento pedía un aumento en las dietas de los parlamentarios autonómicos, porque con ingresos de 60.000 euro anuales “no llegan a fin de mes”.

No sé si con el cuarto y mitad de chopedd que Bonilla ha rebajado los impuestos al andaluz medio, podrán ustedes hacer frente a los 160 euros que les ha subido el comedor escolar en los dos últimos años, o si con ese “ahorro” fiscal podrán ustedes pagar el alquiler a sus hijos que siguen esperando que la Junta les ingrese la ayuda al alquiler cuyos 68 millones de euros fueron ingresados por el Gobierno en las cuentas del Gobierno andaluz, pero que siguen sin llegar a las de los jóvenes que pensaban que podrían independizarse con esos 200 euros mensuales que siguen sin recibir, por lo que ahora tienen que optar entre llenar la nevera, o pagar el alquiler.

Esa Bajada Masiva de Impuestos también se traduce en que según el Informe del Sistema Nacional de Salud, el gasto sanitario por habitante deja a Andalucía a la cola entre las comunidades autónomas, con apenas 1.486 euros por persona en lo que se refiere al gasto consolidado, es decir, al realmente gastado, no al presupuestado, lo que se traduce en unas listas de espera quirúrgicas que son las cuartas peores de todo el país, mientras que para ser recibido por un especialista se tardan 120 días; sólo en Canarias y Melilla se tarda más tiempo.

Esa Bajada de Impuestos es igualmente responsable de que Andalucía se haya convertido en la comunidad autónoma con mayores las listas de espera en la dependencia de todo el país, ya que desde que se solicita la ayuda hasta que se resuelve la prestación, los andaluces esperamos 594 días, según los datos publicados esta semana por el Imserso. La cara más dramática de estas cifras, es la de las personas que, teniendo reconocida su prestación de dependencia, fallecen sin llegar a recibirla. El número de fallecidos en listas de espera pendientes de recibir la prestación se sitúa en 1.632 en lo que va de año y sólo en el mes de julio fallecieron en lista de espera 134 personas. Más de cuatro al día.

Así pues, queridos lectores, echen ustedes cuentas y ya me contarán si con los impuestos que supuestamente se ahorran con las bajadas de Bonilla, les compensa la subida del 20 por ciento del comedor escolar, la no percepción del bono de alquiler joven para sus hijos, tener uno de los peores gastos sanitarios por habitante del país, o las peores listas de espera de dependencia de todas las comunidades autónomas.

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