La Fiscalía italiana archiva las ocho denuncias por maltrato presentadas por Juana Rivas
- También han sido archivadas las denuncias que presentó posteriormente por supuestos malos tratos del padre hacia los menores
La Fiscalía italiana ha archivado las ocho denuncias que Juana Rivas ha presentado por maltrato contra su expareja, el italiano Francesco Arcuri, incluyendo la que realizó en julio de 2016 por violencia de género tras salir de Italia con sus hijos y en la que se basó para no devolver a los niños al padre incumpliendo las resoluciones que le obligaban a hacerlo.
También han sido archivadas las denuncias que presentó posteriormente por supuestos malos tratos del padre hacia los menores, todas ellas por «falta de fundamento» de los hechos denunciados, por «inconsistencia de las acusaciones» y por la ausencia de prueba alguna, según consta en el escrito del fiscal, al que ha tenido acceso la agencia Europa Press.
La justicia italiana ha unificado en un solo procedimiento las distintas denuncias que Rivas ha interpuesto contra su expareja desde 2016 hasta finales del año pasado y su archivo ya ha sido recurrido por su defensa. El recurso se abordará en una vista a principios de julio.
Entre las denuncias que analiza la Fiscalía italiana se encuentra la que Juana Rivas interpuso en julio de 2016 en España aludiendo a unos supuestos malos tratos sufridos por parte de su expareja durante su convivencia en Carloforte (Italia) a partir de junio de 2013 hasta que salió con los niños de ese país en mayo de 2016.
La fiscalía mantiene que «no aportó ningún testigo específico o persona que pudiera tener conocimiento de ello», así como tampoco se dio «ninguna indicación de fechas ni episodios» concretos. Además, no existió una «confirmación significativa» de las declaraciones hechas por las personas que fueron informadas de estos episodios.
Considera así «evidente» que la acusaciones de Rivas contra su expareja no son «suficientemente creíbles» y «en cualquier caso insuficientes para llevar a cabo una acción penal» teniendo en cuenta además que la denuncia se formuló sólo después de que se le hizo responsable por la situación de sus hijos, «por la que fue procesada y condenada» en España a cinco años de prisión por sustracción de menores.
Respecto a las denuncias que presentó por supuestos malos tratos del padre a los menores, el Ministerio Público mantiene que los informes de los servicios sociales de Carloforte dibujan un contexto «incompatible con las acusaciones de maltrato». Tampoco se aprecia en el informe final de la perito designada por el juzgado en el proceso sobre la custodia de los menores, la cual no sólo se entrevistó «con los protagonistas de la historia» sino que también contó con las contribuciones de los organismos locales de Carloforte que los han supervisado en este tiempo.
En este informe se definía a Arcuri como «un padre cariñoso que cuida a sus hijos» y se hace hincapié en el «grado de manipulación» ejercida por la madre respecto a su hijo mayor, el cual actúa «como un contenedor de ansiedades maternas» e incluso como un «escudo humano para protegerla». Mantiene así el fiscal «que ninguna de las acusaciones de maltrato que se formuló» contra Arcuri respecto a los niños ha sido confirmada.