La Guardia Civil investiga a dos jóvenes por un incendio forestal ocurrido en Salobreña
La Guardia Civil ha investigado a dos hombres de 21 y 31 años como presuntos autores de un delito de incendio forestal por imprudencia grave ocurrido a la altura del kilómetro 324,500 de la N-340, en el término municipal de Salobreña, en la costa de Granada, el 3 de noviembre, cuando ardieron unas dos hectáreas de monte bajo en la zona conocida como Barranco Alminares.
La patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Motril acudió inmediatamente a la zona y se hizo cargo de la investigación del incendio. Los agentes averiguaron que los dos investigados estaban arreglando una carpa de circo y para ello tuvieron supuestamente que «cortar una barra metálica con una radial, una de las chispas prendió el abundante pasto seco que había y el fuego se propagó a gran velocidad por culpa del viento por el barranco».
Como el incendio se produjo cerca del margen derecho de la carretera N-340, fue necesario cortar el tráfico de uno de los carriles hasta que el fuego pudo ser controlado. En la extinción del incendio participaron dos camiones motobomba de los Bomberos de Motril y un retén del Infoca.
La Guardia Civil ha averiguado que también fue una chispa desprendida al cortar una viga metálica con una radial la desencadenante del incendio que se produjo en el paraje el Cortijuelo de Cáñar, en el que ardió una hectárea de monte bajo.
La patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Órgiva comprobó que el incendio lo provocó uno de los operarios de la empresa que está haciendo unos trabajos de mejora del trazado en la carretera GR-4201, a la altura del kilómetro 2 y a apenas 300 metros del Parque Natural de Sierra Nevada, por lo que este hombre de sesenta y dos años de edad ha sido investigado como presunto autor de un delito de incendio forestal por imprudencia grave.
El 95 por ciento de los incendios forestales son provocados por seres humanos, en su mayoría por negligencia. Por ello la Guardia Civil recomienda extremar las precauciones si se va a hacer una quema de restos agrícolas o, como en estas dos ocasiones, si se realizan trabajos que puedan poner en riesgo la vegetación, y abortarla ante la más mínima duda, por ejemplo en un día de viento. Durante la investigación de ambos incendios la Guardia Civil ha contado con la colaboración de los agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.