La igualdad no es para la derecha

No lo es, y los hechos lo atestiguan. Ha podido ser un asunto sobre el que han preferido pasar de puntillas, como si no existiera, como si quisieran disimular su verdadero rostro, como dejándolo estar, para no molestar. Les daba una cierta pátina de modernidad, la verdad. Solían desmarcarse de los Manifiestos del 8 de Marzo o del 25 de Noviembre, por cuestiones semánticas, que si esta palabra, que si esta coma, que si este punto. Miraban a Parapanda cuando de alguna movilización de más calado se trataba. Que si había que despolitizar la lucha por la igualdad, que si tal y cual. Pero ha bastado que alcanzaran el poder en la Junta de Andalucía y en el Ayuntamiento de Granada para que a las derechas se les haya caído el velo.

Desmantelamiento del Instituto andaluz de la mujer (por fases, sin ruido aparente, pero con la efectividad intacta), desaparición de las partidas presupuestarias que dan cobertura a las viviendas de acogida a víctimas de la violencia de género, política negacionista de la brecha salarial entre mujeres y hombres, etc. Todo ello en apenas 10 meses de gestión. Toda una labor de hormiguita, plenamente consciente, y con la aquiescencia de las mujeres que militan en las filas del trifachito, que a estos efectos, funciona como una sola y potente maquinaria política.

Y a nivel municipal, desmantelamiento del Área de igualdad, con recortes brutales de efectivos, disminución del número de policías locales destinados a luchar contra la violencia de género y grave deterioro de los servicios ofrecidos a mujeres. Todo esto en poco más de tres meses. No ha hecho falta ningún esfuerzo de consenso o acuerdo para ello. Por la vía rápida y con plena conciencia de lo que están haciendo. Fueron 14 votos para elegir alcalde, son 14 votos para demostrar que las políticas de igualdad ni son lo suyo ni van con su manera de entender la realidad, y lamentablemente serán 14 votos para continuar con la línea de desmantelar lo que con tanto esfuerzo y tesón se levantó.

A efectos de las políticas de igualdad, las derechas no necesitan escenificar desencuentros ni pactar programas. No es un asunto para el que ninguno de los tres socios, necesite realizar ninguna amenaza, ni dar ninguna rueda de prensa. Actúan como un solo cuerpo doctrinal, como un único ente político verdadero, pues comparten la totalidad del ideario. Cada cual lo expresa a su manera, el espectro llega a ser amplio. Desde la aparente indiferencia que esconde una profunda aversión a la igualdad real como eje de acción política, pasando por el intento de ridiculizar demandas y reivindicaciones, llegando a la insolencia y a los calificativos soeces que elevan el ánimo de la tropa. Cada público precisa un mensaje, y todos los públicos comparten la misma política. La igualdad entre mujeres y hombres, un asunto fuera de la agenda social, ciudadana y política de la ciudad.

Asistiremos, eso sí, a un curiosos reparto de papeles. Unos ejecutarán las acciones y los recortes, otros aplaudirán con entusiasmo variable, y los terceros asistirán indiferentes a la función. Convendría una fuerte respuesta política ciudadana a tamaño desmán.

CATEGORÍAS
ETIQUETAS

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus ( )