La manzana envenenada

En estos días previos a las elecciones municipales, podemos ver cómo banderolas, carteles, trípticos y demás propaganda electoral inundan Granada, pero lo que nos ha sorprendido a muchos es la cantidad de banderolas con el rostro de Juan García Montero que anuncian su candidatura a la alcaldía de la ciudad.

El PP, molesto con el candidato de la manzana verde, ha decidido denunciarlo ante la Junta Electoral, ya que, al parecer le corresponde un cupo de banderolas del 0.9% -al tratarse de un partido sin representación municipal- y la ha sobrepasado tanto que ha puesto más que PP y C’s juntos.
Pero el partido de la gaviota va más allá y pretende que Montero justifique su financiación ante el Tribunal de Cuentas, ya que le extraña de dónde puede haber sacado tanto dinero para su campaña, teniendo incluso más cuñas propagandísticas que los populares.

Y es que Don Juan, ex edil popular, ha realizado un despliegue de lujo en propaganda. Entrevistas en prensa a página completa -supongo que pagadas- y generosos trípticos “centrados” en la palabra “cultura”, por aquello del mensaje subliminal de que fue concejal de cultura y que por tanto los granadinos debemos votarle para que sea de nuevo edil, aunque ahora le dé igual de lo que sea.

Y es que la manzana verde de Montero, además de parecer a nivel local casi tan millonaria como la de Apple, puede estar más envenenada de lo que parece. Y envenenada contra el PP. Ya dije no hace mucho que su partido debería de llamarse el PAS, Partido Anti Sebastián, ya que ese parece ser su principal mantra, por más que lo enmascaren bajo distintos tipos de “cultura”, casi todos centrados en generalidades variopintas y en la elaboración masiva de Planes de todo tipo y condición.

Esta tesis extendida en los mentideros se refuerza aún más con el ya conocido como Pacto del León, tras el encuentro -para unos fortuito, para otros deliberado- entre Paco Cuenca, Pepe Torres y Montero, en el que según cuentan sellaron el Pacto anti Sebastián. Cierto o no, lo que sí parece es que Don Juan “dormiría más tranquilo con un alcalde que no fuera Sebastián Pérez”, según sus propias declaraciones, aunque asegura que ”no hay resquemor con el PP” ya que “soy de perdonar”. Habría que ver… aunque según dicen, podría aliarse con su mayor enemigo si eso le trae algún rédito.
Lo cierto es que nada ha conseguido en su lucha personal contra su rival popular, a pesar de ganar en los Tribunales por el lío y re lío del congreso provincial, porque esperaba que le ofrecieran algo tras instalarse el PP en la Junta de Andalucía, pero evidentemente Sebastián nada le ha dado ni nada le va a dar, ya que Roma no paga traidores.

Con un entusiasmo desbordante previo a las elecciones, olvida Montero que el PP parte de unas siglas tras las que hay una ideología forjada tras muchos años en un partido fuertemente implantado en toda España, y aunque, con algún que otro bandazo en los últimos días, que seguro rectificarán por la experiencia que les da su antigüedad, no son exclusivamente un partido personalista. Esto es, un partido creado por y para obra y arte de una sola persona -como el suyo-, sino un proyecto común, aunque muchas veces yerren en la elección de candidatos. Cosa que, por cierto, abunda en todos los partidos, que lo mismo fichan a toreros, que a entrenadores, que a gentes del artisteo patrio. Y qué decir de los tránsfugas, que pasan de unos partidos a otros sin rubor alguno, para perjuicio fundamentalmente de sus nuevas formaciones, que además los anuncian como incorporaciones estelares.

No creo que la manzana envenenada, a pesar de sus esfuerzos propagandísticos y su derroche financiero, consiga persuadir a los votantes para obtener tan siquiera un edil, porque, tras los resultados de las generales, no está el percal como para dispersar el voto. Además muchos de los ex votantes populares enfadados con el buenismo de Rajoy, piensan volver al redil del PP tras la experiencia “voxística”, formación sin estructura y centrada fundamentalmente en la colocación por vía parental.

No creo, por tanto, que la manzana de Don Juan logre “envenenar” a nadie, ni haga mella alguna digna de mención en el PP, ni en su expectativa final de voto local. Puede que su ex edil les saque unos cuantos votos del redil, pero nada más. Envenenado pues puede que esté, más que su manzana, su propio propagandeo, que, por desmesurado, ya ha empezado a volvérsele en contra…

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