La Sagüesera
El 17 de marzo, en Santiago de Cuba, Matanzas y Granma, se produjeron protestas de los ciudadanos ante los continuos cortes de electricidad y la escasez de productos en la cesta básica normada. De inmediato, las autoridades locales y provinciales, se presentaban ante los manifestantes para dar explicaciones e intentar solventar los problemas que planteaban.
De estas protestas en Cuba, se han hecho eco todos los medios de comunicación de fuera de la Isla, dándonos la imagen de una situación caótica y donde el hambre y la miseria imperan.
Y desde la perspectiva de quien, como es mi caso, visita la isla de vez en cuando y con los datos e información que el vivir en el “mundo libre” me depara, quiero hacer algunas reflexiones .
Son más de sesenta años que Cuba esta sitiada por mar y aire por EEUU. Han sido 31 las veces que la Asamblea General de la ONU ha votado contra el bloqueo al que el gobierno del imperio, somete a la Isla. A lo que hay que sumar, el haber incluido a Cuba, en el listado de estados patrocinadores del terrorismo.
El objetivo y las pretensiones de EEUU sobre Cuba, es claro y evidente, con el bloqueo económico, financiero, comercial y humanitario: el derrocamiento del gobierno de La Habana.
EEUU está haciendo una persecución a las finanzas cubanas, multando a todo gobierno o empresa que se atreve a negociar con Cuba. En estas fechas, son más de 130 bancos que temen negociar con ella, suspendiendo operaciones que incluyen la compra de alimentos, medicamentos, combustible, materiales, maquinarias, piezas, etc.
El Tribunal Internacional (simbólico) que se celebró el 16 y 17 de noviembre de 2023 con la presencia de 21 países, denunció a la banca internacional, por colaborar en el bloqueo que repercutía en las finanzas de la isla, pero también, directamente, en la salud de la población, al no permitir financiar la compra de material sanitario y materias primas para la elaboración de medicamentos o importarlos. El bloqueo viola el derecho internacional, la Carta de la ONU sobre convivencia y soberanía entre países, la Declaración Universal de Derechos Humanos y Acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.
Este año, la Cámara de Representantes de EEUU, ha aumentado la partida presupuestaria de los Departamentos gubernamentales que operan contra países que no le son afines, a través dela NED (Fundación Nacional para la Democracia) y de la USAID (Agencia de los EEU para el Desarrollo Internacional).
Directamente, 50 millones van destinados Cuba: campañas mediáticas y actividades subversivas como el programa de “promoción de la democracia”, las emisoras de Radio y TV José Martí, “la libertad en internet” o subvencionando a influencers. Manipulan la información, mienten, desarrollan campañas que fomentan el odio y la violencia.
Los efectos son evidentes: Las tímidas medidas de comerciar con las MIPYMES, se han visto obstaculizadas por las campañas de los lobistas anticubanos, que han conseguido prohibir la comercialización entre los particulares emprendedores cubanos y EEUU. Se mantienen las normas de la Ley Hels-Burton y se han recrudecidos las 243 medidas de bloqueo con las que se despedía de su etapa de gobierno Donald Trump.
Esta sucinta exposición de denuncia de esas medidas, que sí, efectivamente, están haciendo que el pueblo cubano, no solo sus gobernantes, sufran un deterioro absoluto de su nivel de vida, afectan a los sectores productivos financieros del país, al sector turístico, los suministros más básicos para alimentación, de combustible, buscan el descrédito de los programas de cooperación médica y los ingresos por servicios, bloquean las remesas. Y sí, eso está produciendo malestar entre la población por la escasez de productos básicos, la mucha inflación que repercute en la reducción salarial, los apagones, la dolarización que provoca la devalualización del peso cubano y la migración de su gente joven y preparada.
Y pese a todo, a estos actos de guerra en tiempos de paz, a seguir, después de 60 años, creando situaciones de ingobernabilidad en la isla que justificara su intervención, ¡Cuba va!
El gobierno cubano debe ser consciente, de la necesidad de hacer reformas políticas, con debates desde las bases: de las fábricas, barrios, poblaciones, como hicieron con la Ley de Familia recientemente aprobada, que permitan un enfoque diferente en sus formas de producción interna, han de seguir desarrollando las pequeñas, medianas empresas y las cooperativas, manteniendo la sanidad y la educación gratuita, seguir educando a su pueblo en la solidaridad, en el trabajo del bien común, de lo colectivo.
Necesitan seguir en la línea de un programa de reformas, que permita la actualización del modelo económico y social, unas reformas que debe encabezarlas la Asamblea Nacional. Nada es fácil, cuando el Gobierno tiene subvencionados casi todos los servicios esenciales de la población, y los ciudadanos, tienen que ser conscientes de este gran esfuerzo que realiza el Gobierno, será difícil la reestructuración, habrá resistencia al cambio, pero hay que plantarse ante los problemas agrarios, su alto costo y su bajo rendimiento, por poner un ejemplo. Habrá que darle una respuesta a la burocracia. Todo este debate, político, social y económico, debe hacerse para recuperar la confianza de los ciudadanos cubanos y de los potenciales inversores.
Pero sobro todo, todo pasa por la no injerencia del gobierno de Washington en Cuba, retirarla del listado de países patrocinadores del terrorismo y poner fin al bloqueo. Ponerle fin, a las medidas unilaterales del gobierno de EEUU al pueblo de Cuba.