La UGR estrena ‘3, 2, 1: UGR Responde’, un nuevo programa de divulgación que acerca el conocimiento a la ciudadanía
- En el primer capítulo, la catedrática del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada Charo Rueda Cuerva explica el peligro que supone la exposición de los menores a la violencia en series televisivas como la recientemente estrenada ‘El juego del calamar’
La Universidad de Granada estrena el primer programa de ‘3, 2, 1: UGR Responde’, un nuevo espacio audiovisual de divulgación que, de la mano de investigadoras e investigadores de la institución, resolverá las dudas y cuestiones de la ciudadanía acerca de diferentes temáticas y áreas de conocimiento.
En el programa, es la propia ciudadanía la que plantea sus preguntas a los investigadores. El formato tiene una duración aproximada de dos minutos por capítulo y se difundirá en las redes sociales, el canal de YouTube y la web de la UGR.
‘El juego del calamar’
En el primer capítulo, la catedrática del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada Charo Rueda Cuerva explica el peligro que supone la exposición de los menores a la violencia en series televisivas como la recientemente estrenada ‘El juego del calamar’.
Este tipo de contenidos, a los que los menores tienen fácil acceso pese a estar catalogados solo para mayores de edad, impactan en el comportamiento de los niños. “Una herramienta muy poderosa en las personas, especialmente durante la niñez, es el aprendizaje por observación. La exposición a la violencia adulta produce dos efectos en el niño, la de la falta de sensibilización hacia la violencia y la del aumento de la probabilidad de que los niños se comporten de forma agresiva”, explica Charo Rueda.
La experta indica que la violencia puede terminar arraigando en la personalidad de los niños, puesto que dichos contenidos muestran un mundo en el que la estrategia de resolución de problemas y conflictos pasa por la agresividad.
Desde el punto de vista psicológico, los pensamientos agresivos o las sensaciones de ansiedad y estrés tienen más probabilidades de surgir, junto a las pesadillas nocturnas, fruto de la visualización de escenas violentas. “Además, ver series con estas características aumenta las opciones de que los niños se comporten de forma violenta, bien de manera verbal o con actitudes agresivas”, detalla la investigadora. Todos estos elementos son capaces incluso de alterar el funcionamiento de los sistemas cerebrales de respuesta al estrés, haciendo a los niños hipersensibles o hiposensibles.