Los agricultores piden un puente provisional sobre el río Baza ante la inminente campaña oleícola
- Los colectivos dudan que la reconstrucción definitiva de la infraestructura vaya a estar lista en cinco meses
La Fundación Savia y la Asociación de Agricultores Ganaderos y Productores (Agapro) han reclamado formalmente al Gobierno que, ante el inminente inicio de la campaña oleícola, se construya un puente provisional sobre el río de Baza, en la carretera A-4200 que une Baza con el resto de municipios de la zona norte de Granada, después de que el original quedara destruido hace unas semanas por una riada.
Los colectivos han presentado una carta en la Delegación del Gobierno Andalucía en la que piden que esta infraestructura provisional sea construida por la Unidad Militar de Emergencias, «dentro de las actuaciones inaplazables con el fin de garantizar la vida y seguridad de las personas y el funcionamiento de los servicios públicos esenciales en un territorio declarado zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil», que recoge la ley.
Ambos colectivos han puesto en duda que la reconstrucción definitiva del puente vaya a estar lista en cinco meses, como ha fijado la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio.
En contraposición, el presidente de Agrapo, José Antonio Azor, ha advertido de que «el inicio de la campaña oleícola sin esta infraestructura básica supondrá también el deterioro de los caminos y de la maquinaria agrícola para transportar la aceituna hasta las almazaras, con una considerable pérdida de competitividad en los pequeños agricultores».
Alertan así de que el desvío que se ha habilitado, con un rodeo de más de 40 kilómetros, por la carretera GR-9108 hasta Cúllar, supone «un grave riesgo para la seguridad vial debido al tránsito de tractores y camiones de gran tonelaje junto a turismos, por una carretera provincial sin arcenes que no puede soportar esta densidad de tráfico».
Agapro atribuye además la destrucción del puente de la A-4200 debido a la riada «a las pésimas infraestructuras de que dispone el Altiplano de Granada, un territorio abandonado por las administraciones, atacado por la despoblación y sometido a la especulación de sus recursos por los grandes lobbies».
