Los expertos auguran que la nueva intervención en la Alcazaba de Guadix «clarificará» hipótesis
Los expertos sostienen que los trabajos que se han retomado desde agosto de 2022 en la Alcazaba de Guadix (Granada) permitirán ampliar el conocimiento que actualmente se tiene sobre este recinto, así como «clarificar» algunas hipótesis derivadas de las intervenciones previas y conocer en su extensión la zona palaciega que debió ser ese espacio.
Así lo ha señalado a Europa Press el delegado de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta en Granada, Fernando Egea, que ha visitado recientemente los trabajos que se están desarrollando en este enclave patrimonial con el objetivo último de ponerlo en valor y poder abrir nuevos espacios al público reforzando también con ello el atractivo turístico de la zona.
Los trabajos se han retomado con la intervención de apoyo a la restauración de la Torre Puerta, acondicionamiento de los restos arqueológicos del recinto superior y adecuación de su acceso a la alcazaba incluido dentro del programa de subvenciones del Ministerio de Fomento. Estos trabajos se están desarrollando bajo la dirección arqueológica de Rocco Corselli, perteneciente al grupo MEMOlab de la Universidad de Granada.
El proyecto de obras pertenece a la arquitecta Isabel Bestúe Cardiel, con una larga trayectoria en recuperación de elementos defensivos del reino de Granada. Por parte de la Delegación de Turismo, Cultura y Deporte, la tutela y supervisión de los trabajos corre a cargo del arquitecto Jefe del Departamento de Conservación, José Eloy Martínez Guerrero, y de la inspectora de Arqueología María de los Ángeles Ginés Burgueño.
Con esta intervención centrada, en gran medida, en el recinto superior, se espera ampliar el conocimiento sobre la alcazaba, especialmente en lo relativo al cierre original del recinto superior en su lado oriental, que actualmente se encuentra oculto debajo de rellenos. Igualmente, la excavación de la plataforma superior permitirá clarificar algunas hipótesis derivadas de las intervenciones previas y conocer en su extensión la zona palaciega que debió ser ese espacio.
Hasta el momento, los trabajos arqueológicos se han concentrado en la documentación de una excavación de mediados de los años 80, realizada en el patio central del recinto superior con la aparición de una alberca de recreo y diversas estructuras medievales alrededor. También se ha documentado el tramo de muralla inédito que cierra el perímetro recinto superior por su lado oriental. Además, la Torre Puerta, que se encuentra en una fase de limpieza para poder iniciar las obras de restauración, relata María de los Ángeles Ginés Burgueño.
En una primera fase de la intervención, el equipo arqueológico confirmó la complejidad de la secuencia constructiva tales como la fundación en el siglo XI, en época zirí, y la importancia de los restos conservados de este momento. También se ha podido documentar buena parte de la evolución, incluido el episodio de la ocupación napoleónica. Lo más novedoso ha sido la persistencia de algunas estructuras de época romana que quedan embutidas dentro de las fábricas ziríes en la puerta de la medina.
Igualmente, se pudo constatar la existencia de torres ya desaparecidas por completo en la calle Amezcua. Destacaron de forma muy interesante los refuerzos de época almohade-nazarí tanto en la falsabraga o doble muralla de la calle San Miguel como en la puerta de la medina, que resultó ser una estructura enormemente compleja, formada por cuatro puertas y cinco recodos, expone la experta.
En esta misma zona, llamó la atención igualmente la prolongada ocupación de viviendas a lo largo de todo el periodo moderno y prácticamente hasta la ocupación napoleónica. La posibilidad de documentar en muchas zonas restos del acuartelamiento y las modificaciones hechas por las tropas francesas resultó tan excepcional como complicada por los escasos restos que en muchos casos dejó el campamento.
Quedan, no obstante, muchas dudas en cuanto a la propia configuración y funcionamiento de la alcazaba. De ahí que este proyecto necesitase una continuación como la que ahora se ha emprendido, tanto desde el punto de vista del conocimiento histórico del conjunto defensivo de la Alcazaba de Guadix, como para poder continuar con la restauración que permita su puesta en valor con la apertura al público de nuevos espacios.