#26M: Finalmente Madrid decidirá quien ocupa la alcaldía de Granada
- Será la comisión de pactos de los diferentes partidos la que dicte la viabilidad de los acuerdos, convirtiendo los ayuntamientos en moneda de cambio entre los partidos
Pese a que pueda parecer lo contrario, el nombre del futuro alcalde de Granada está en el aire y la decisión de quién será se tomará lejos. La posibilidad más previsible es la de un pacto a la andaluza con PP, Ciudadanos y Vox, de modo que Sebastián Pérez acabaría ocupando el cargo, aunque existe otra gran opción que no debe ser descartada y que haría que la Alcaldía de Granada se decida desde la capital, no de la provincia, sino del país.
Como ya deslizaron algunos de los cabezas de lista de las diferentes formaciones, ahora es la comisión de pactos de los partidos la encargada de valorar con quién se puede llegar a un acuerdo y con quién no. Sin embargo, con el Gobierno de España aún por definir tras las pasadas elecciones generales, los Ayuntamientos de las capitales podrían convertirse en moneda de cambio para formar vínculos que definan el devenir del Estado. De este modo, Ciudadanos podría ofrecer el apoyo en las ciudades a cambio de que Sánchez olvidase ese «con Rivera no» que se coreaba en la noche electoral. Rivera ya ha levantado el cordón sanitario para poder negociar en algunas comunidades, como Madrid
De ser así, se podría dar luz verde a un pacto entre Ciudadanos y PSOE en el Ayuntamiento de Granada. Con este giro de los acontecimientos, los socialistas sumarían justamente el número de apoyos necesarios para obtener la mayoría, por lo que Paco Cuenca volvería a ser el alcalde de la ciudad. De no darse este pacto, Sebastián Pérez saldría investido con el respaldo de la formación naranja y Vox.
Mientras tanto, y al margen del ruido en Madrid, los partidos ya comienzan con el paripé de las negociaciones locales. Conversaciones y reuniones aquí y allá que poco parecen importar. El PP formó ayer una comisión electoral para decidir con qué partidos se podía plantear el pacto, mientras que el PSOE presenta hoy un documento a todas las formaciones -con la excepción de Vox- para dar a conocer su propuesta para la ciudad. Al final, la llave de las puertas del consistorio la tiene Ciudadanos, aunque no el grupo municipal.
Ciudadanos y la decisión compartida
Durante la jornada de ayer, el propio Luis Salvador ya explicó el funcionamiento que seguirá su formación. El «modus operandi» vendrá dictado en su totalidad por la comisión de pactos del partido naranja, aunque el equipo municipal elaborará un informe sobre el resto de fuerzas del Ayuntamiento. Bajo estas directrices, Ciudadanos tomaría la decisión el pacto de forma «compartida» -más bien, señalada desde Madrid- para dar verde a las negociaciones que, previsiblemente, finalizarán con el nombre del próximo alcalde de Granada.
La opción de «quedarse quieto»
Pero también cabría una opción intermedia en la que Ciudadanos no «se mojaría» en un principio por ningún candidato y de esa forma se dejaría en la reserva la bala de una posterior moción de censura.
En los ayuntamientos, a diferencia de lo que sucede en el Gobierno de España o en las CC.AA., siempre gobierna la lista más votada. En Granada la victoria de Paco Cuenca le permite contar con 10 ediles en el Salón de Plenos. El 15 de junio, día en el que se constituirá la nueva corporación, se puede presentar un candidato por cada formación representada. En el supuesto de que se presentaran la candidatura de Cuenca por parte del PSOE y de Pérez por parte del PP, y éste último cuente con el apoyo explícito de Vox, empatarían a 10 concejales cada uno.
En las primeras declaraciones efectuadas tras los resultados electorales, el candidato de la coalición Podemos IU Adelante, Antonio Cambril, se mostró dispuesto a apoyar la opción de gobierno socialista, por lo que Cuenca tendría 13 apoyos frente a los 10 de Pérez.
De esta forma, en caso de abstenerse, Ciudadanos facilitaría el gobierno del PSOE en la ciudad pero se convertiría en decisivo para que el equipo de gobierno pueda aprobar cualquier iniciativa y tendría las manos libres para apoyar una hipotética iniciativa de destitución del alcalde a lo largo del mandato.