Más de 300 profesionales de la salud mental infanto-juvenil se dan cita en el Primer Ciclo de Encuentros Salud-Educación
- Los delegados de Educación y Deporte y de Salud y Familias inauguran esta reunión celebrada en el paraninfo del Parque Tecnológico de la Salud (PTS)
Un total de 315 profesionales, 279 del área de la orientación educativa y 36 especialistas en salud mental han celebrado el Primer Ciclo de Encuentros Salud-Educación con el objetivo de reflexionar en torno a las ponencias presentadas por expertos de ambos ámbitos. En concreto, los ponentes desarrollan su labor en las áreas de la Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil, Unidad de Salud Mental Comunitaria y Servicios de Orientación Educativa. A lo largo de la jornada se han acercado a la estructura y funciones de los servicios de salud mental y de orientación educativa, protocolos de atención a personas con Trastornos de Déficit de Atención y con Hiperactividad y a la prevención e intervención del suicidio y/o conductas autolíticas en adolescentes.
La delegada de Educación y Deporte, Ana Berrocal, junto con el delegado de Salud y Familias, Indalecio Sánchez-Montesinos, han asistido al acto de la inauguración, celebrada en el paraninfo de la Universidad de Granada, en el Parque Tecnológico de la Salud. En su intervención, Berrocal ha destacado la importancia de este ciclo con el que “se pretende generar sinergias en la intervención a las personas con trastornos psicológicos desde unos objetivos consensuados y orientados a que el conjunto de profesionales de los diferentes contextos pongan en marcha protocolos de atención coordinados y complementarios”.
Por su parte, Indalecio Sánchez-Montesino, ha querido agradecer el trabajo en Salud Mental, desarrollado tanto por los equipos de Educación como de los equipos sanitarios de este área y felicitar a los responsables de esta iniciativa “dado que el trabajo conjunto es la forma más efectiva de acercar la atención sanitaria a personas jóvenes y adolescentes”. El delegado territorial ha expresado su deseo de continuar con esta línea de actuación que “tanto éxito nos ha brindado durante la pandemia a las delegaciones de Educación y Salud”.
Francisco Díaz Atienza, psiquiatra y coordinador de la Unidad de Salud Mental de Granada y Miguel Ángel Gómez Arqués, orientador educativo coordinador del Equipo Técnico Provincial para la Orientación Educativa y Profesional (ETPEOP) de Granada, han realizado una puesta en común de cuáles son las estructuras y funciones de los diferentes servicios especializados del ámbito educativo y del ámbito sanitario, para poder generar un espacio de trabajo colaborativo.
Ambos se han mostrado de acuerdo al afirmar que este tipo de eventos facilitan definir acciones orientadas a que los profesionales que, en diferentes contextos y momentos, ven personas con sospecha o ya identificados de sufrir algún trastorno mental tengan una respuesta adecuada a los retos que plantean, al igual que sus familiares.
Por su parte, Carlos García Pablos, psicólogo clínico de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil y Cynthia Vico Fuillerat, orientadora educativa, coordinadora del Área de Necesidades Educativas Especiales (NEE), han hablado sobre el protocolo de atención a personas con TDAH. Así, han recordado que en 2019 la Consejería de Salud y Familias, a través de la Viceconsejería, la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica y la Dirección de Cuidados Sociosanitarios, puso en marcha un grupo de trabajo para abordar la situación en la que se encuentran las personas con TDAH y a fin de elaborar un protocolo de atención que facilitara y unificara el abordaje integral que precisan estas personas.
El resultado del trabajo desarrollado es el denominado Protocolo de Atención a Personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, basado en criterios de calidad científico-técnica, que aborda las diferentes intervenciones terapéuticas. En este documento se han incluido las aportaciones realizadas desde la Federación Andaluza de Hiperactividad y Déficit de Atención, añadiendo valor al mismo.
Este protocolo comprende la detección en el centro educativo y desde los servicios sanitarios; el proceso de identificación, evaluación y diagnóstico en ambos ámbitos, así como los espacios de coordinación intersectorial y dentro del área sanitaria, entre Atención Primaria y las Unidades de Salud Mental Comunitaria, con la intervención de neuropediatría cuando sea preciso; el proceso de intervención y tratamiento, también desde los dos ámbitos; y el procedimiento de intercambio de información entre los servicios sanitarios y educativos.
Las últimas ponencias han corrido a cargo de Amparo Martín Romera, psicóloga clínica de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil y Lucía Fernández Fernández, profesora de secundaria y coordinadora del Area de Acción tutorial y Convivencia, que se han centrado en la prevención e intervención del suicidio y/o conductas autolíticas en adolescentes.
Diversas investigaciones indican que la prevención del suicidio requiere de una serie de actividades que van desde la provisión de las mejores condiciones posibles para la educación de jóvenes y niños y el tratamiento eficaz de los trastornos mentales, hasta el control medioambiental de los factores de riesgo. Estudios realizados han puesto de manifiesto que los países que han desarrollado políticas de prevención han visto descender claramente sus tasas de suicidio. Una prevención que según esta expertas requiere una aproximación multisectorial, ya que no solo es un problema importante de Salud Pública sino que atañe también a otros sectores como el educativo.
El suicidio es la tercera causa de muerte en el grupo de edad de entre los 15 a los 29 años, superado sólo por las causas externas de mortalidad y los tumores, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística. En los últimos datos disponibles (2017) se pone de manifiesto que 310 niños y jóvenes menores de 30 años se quitaron la vida, lo que supone un 7.77% del total de víctimas del suicidio.