¡Miguel cumple ochenta tacos!

Pasado mañana, Miguel Ríos, el granadino más influyente en la música contemporánea que ha dado esta ciudad, cumple ochenta años. Un cumpleaños redondo que el chico que siempre volvía a Granada quiere celebrar con sus paisanos y lo va hacer a lo grande y como mejor sabe: encima de un escenario.

Miguel que fue el primer emigrante del rock de nuestra tierra y que hizo toda su exitosa carrera musical lejos de Granada, ha querido en este cumpleaños tan especial, rodearse de varias generaciones de grandes músicos y grupos de esta ciudad, que no sabemos si por el “agüita del Avellano”, o por el aire de la sierra, es una auténtica factoría de talento musical. De esta forma el sábado apagarán las velas con Miguel, sobre el escenario de la plaza de toros, Los Ángeles, 091, Lagartija Nick o Niños Mutantes, todos ellos grupos que ya forman parte de la banda sonora de nuestras vidas.

Y si todo ese talento estará sobre las tablas, en el ruedo y en los tendidos serán multitud los amigos del cumpleañero que no se quieren perder semejante acontecimiento. Ana Belén, Joan Manuel Serrat, Iñaki Gabilondo, Luis García Montero, el juez Garzón, el Gran Wyoming, Sandra Sabatés, etc, etc, etc. Ellas y ellos saben que lo del sábado en el coso de la avenida del doctor Oloriz, va a ser un acontecimiento irrepetible al que no se puede faltar.

Es cierto que la agenda musical del sábado ocho en Granada es auténticamente diabólica y que el cumpleaños de Miguel compite directamente con uno de los dos conciertos del fenómeno Saiko en el estadio de los Cármenes y con la segunda jornada del recién estrenado Festival Internacional de Música y Danza, nada menos que con el Ballet Nacional en el Generalife. Es cierto que ante semejante competencia se podría haber planteado adelantar o retrasar la fecha del concierto de Miguel, ¿pero saben lo que pasa? Pues que lo de Miguel del próximo fin de semana es mucho más que un concierto, incluso más que un cumpleaños tan redondo como el octogésimo, lo del próximo fin de semana es, ni más ni menos, que la puesta de largo de la Fundación Miguel Ríos, con la que el de Cartuja dice que quiere devolvernos todo lo que hemos dado ¡Como si no nos hubiera regalado ya dosis superlativas de sudor, compromiso, talento, arte y generosidad”.

Cumplir ochenta años con la lucidez con que lo va a hacer Miguel, está al alcance de muy pocas personas, pero hacerlo además con la responsabilidad y la exposición con que lo hace nuestro paisano, es un auténtico lujo.

José Saramago, uno de los referentes intelectuales de Miguel, le confesó a su compañera, la también granadina, Pilar del Ríos, que «cuanto más viejo, más sabio y cuanto más sabio más radical». Estoy convencido de que al incombustible rockero le pasa un poco lo mismo que al Nobel luso y lo demuestra claramente con declaraciones tan comprometidas como las realizadas en los últimos días en algunos de los principales medios de comunicación de este país, alertando de los riesgos de que la derecha y la ultraderecha se hagan con el poder en las elecciones europeas del próximo domingo.

Miguel se ha ganado a pulso poder elegir la comodidad, pero nada más lejos de su compromiso. Sin embargo, consciente del eco que pueden adquirir sus palabras, siempre opta por intervenciones preñadas de compromiso social y personal con las que siempre vuelve a alinearse con los más débiles y a sacar los colores a quienes desde el poder político, están devolviendo a este país a tiempos pretéritos.

El caso es que Miguel ofrece el sábado a sus paisanos celebrar su ochenta cumpleaños juntos y aunque solo fuera por tantos y tantos buenos ratos que nos ha hecho pasar en los últimos sesenta años, deberíamos aceptar tan generosa invitación y apagar juntos esas 80 velas en la Plaza de Toros de su ciudad, aunque solo fuera porque estamos ante un tipo que no tiene el cuerpo para componendas y por eso no las han habido en toda su carrera, que como la banda sonora de su vida, ha sido y sigue siendo … «Todo a pulmón».

Cada gota, cada idea, cada paso en mi carrera y la estrofa de mi última canción. Cada fecha postergada, la salida y la llegada, y el oxígeno de mi respiración, y todo a pulmón, todo a pulmón.

Gracias Miguel por ser la banda sonora de los últimos sesenta años de este país, por volver siempre a Granada, por celebrar tu cumple con nosotros, por ser el tipo que confesó hace veinte años que se retiraba porque le daba miedo convertirse en su propia caricatura, porque tu carrera es el mejor ejemplo para todos nosotros y porque todo ha sido y sigue siendo … «a pulmón».

Cada gota, cada idea, cada paso en mi carrera y la estrofa de mi última canción. Cada fecha postergada, la salida y la llegada, y el oxígeno de mi respiración, y todo a pulmón, todo a pulmón…