«Nadie será libre mientras haya plagas»

Sartre dijo: “cuando me duele una muela no puedo pensar en la guerra de Vietnam”. Yo acabo de pasar el Coronavirus lo que me impedía pensar en el drama global que estamos viviendo. Ya pasado el peligro sobre mi persona puedo tener una mirada que trascienda mis narices.

En pocos días los fallecidos por el Coronavirus superarán la cantidad que murieron con la bomba de Hiroshima, esta comparación nos puede servir para valorar la magnitud del drama que estamos viviendo.  Creo que pocas veces, como en esta pandemia, resulta tan nítido y palpable que el país de cada uno de nosotros es la humanidad entera.  Se ha escuchado mucho decir que el Virus no reconoce fronteras, ni clases sociales, ni géneros , ni edades pero me parece que se ha pensado poco sobre esa afirmación.

Cada paso adelante en la contención del virus en una región, en una ciudad, en una nación o en un continente se transforma en actos de solidaridad internacional.

Hoy como ocurrió con la creación de la ONU después de la 2° guerra mundial debemos convencernos que la coordinación de la investigación internacional para la creación de vacuna y tratamiento es una obligación histórica impostergable. Los científicos no pueden estar al servicio de intereses privados y/o nacionales deben ponerse al servicio del interés general que en este caso es la Salud de la humanidad entera. Pareciera que las competencias de la OMS no son suficientes. Esperemos que la producción de vacunas sea el principio de la solución y no la creación de un nuevo conflicto.

La lucha contra este Virus y los que vendrán es una batalla de la humanidad entera por la salud.  La colaboración mundial es necesaria no sólo a nivel sanitario sino también para atender las secuelas sociales dramáticas que la confinación genera en grandes sectores de la población .

No soy especialista para poder ofrecer soluciones concretas al drama que estamos viviendo pero estoy convencido que una mirada como la que sugiero podría ayudar a superar mezquindades políticas, nacionales y empresariales y con ello transitar un camino que ayude a estar más sosegado sobre un planeta que pertenece a todos por igual . “Nadie será libre mientras haya plagas “ nos dice Camus en su libro La Peste. Hoy ya no hay nadie que pueda tener la más mínima duda sobre la veracidad de la afirmación de Camus .