No a la descapitalización de la Alhambra
El Consejo de Gobierno de la Andalucía de Sevilla ha celebrado hoy su sesión en la Alhambra. Han venido los consejeros a hacer su trabajo y a dar cuenta del empleo del remanente de tesorería que la gestión del Monumento ha ido acumulando desde hace décadas (realmente desde que como tal fondo de reserva se estableciera ya con Leopoldo Torres Balbás para hacer frente a contingencias). Y está bien que ese dinero, ahora que hace falta, se emplee en Granada.
Sin embargo, lo que no me parece bien es que con el pretexto de la pandemia la Junta de Andalucía obvie, sustraiga, impida, no provisione, no prevea, llámesele como se quiera, ni un céntimo para Granada en sus presupuestos, lo cual no sucede en otros lugares, y disponga del modo que pretende del ahorro del conjunto.
El fondo de reserva, el remanente de Tesorería de la Alhambra está concebido para atender las situaciones necesarias del Monumento y en su caso para su inversión en actuaciones en el propio conjunto patrimonial y en sus bienes adscritos –principalmente el patrimonio hispano musulmán en la ciudad y el resto de bienes culturales de titularidad de la Alhambra–, o, y, en su caso para, por vía de convenio, que se puede hacer, colaborar con otras administraciones, especialmente la municipal de Granada, para ayudar o apoyar intervenciones en el «otro» bien del «Patrimonio Mundial», que es el Albaicín desde 1994, según las disposiciones y recomendaciones de la UNESCO. Para lo que no está de acuerdo con la resolución de que lo que se genera en la Alhambra se queda en la Alhambra, y por eso no debe permitirse, es para que dicho remanente de tesorería se entregue como abiertamente establece el Acuerdo de 18 de mayo de 2020 del Consejo de Gobierno, al delegado del Gobierno en Granada y al Ayuntamiento de la capital, para que lo empleen en obras e inversiones genéricas «no relacionadas con la Alhambra y su patrimonio adscrito y tutelado».
Y no debe permitirse, por un lado, porque vulnera los estatutos del Patronato, y por otro, porque evidencia como de Sevilla, de la Junta sevillana, no vendrá ni un duro para Granada por vía presupuestaria, con destino a inversiones en obras, como veremos muy pronto cuando se concrete la ley de presupuestos y se materialicen sus actos concretos de aplicación.
Se traduce así que el esfuerzo ahorrador de la Alhambra se dedicará a cubrir las faltas y pretericiones de la Junta de Andalucía con Granada, que descaradamente, una vez más, esta vez de otro modo más lamentable, no va dedicar ni un duro de sus presupuestos para la Granada ¾no nos parecería muy lógico que el fondo de reserva del Museo del Prado pudiera dedicarse a pagar un carril-bici en Vallecas, ¿verdad?¾. A modo de ejemplo referencial véase quién va a pagar la ampliación –la tercera línea–, del metro en Sevilla. Mayoritariamente la sufragará la Junta de Andalucía como anunció hace solo unos días y aparecerá provisionada en el Presupuesto General de la Comunidad Autónoma para el año 2021, y en los siguientes, y tales fondos no procederán del fondo de reserva de ninguna Agencia Administrativa sevillana –lo cual admite muy variables lecturas–. Por el contrario, las previsiones y provisiones para Granada en los presupuestos vendrán con cargo a los 43 millones de la Alhambra ¾ de los 48 totales solo 5 se emplearán en el conjunto y no todos en proyectos¾ .
La conclusión inicial es bien fácil. Tan simple como afirmar o preguntarse por qué que «allí si y aquí no», o, por que «aquí tenemos que romper nuestra hucha para ayudar a la o se adorne como se quiera adornar.
Cuando conocí el Acuerdo del Consejo de Gobierno en el curso de una reunión virtual que organizó el alcalde de Granada el pasado día 18 de mayo, en presencia de los responsables de la Junta de Andalucía que lo celebraban con un júbilo inexplicable la descapitalización del Monumento, protesté y califiqué el asunto como «un fracaso colectivo de la política granadina». No sentó muy bien mi crítica la verdad sea dicha por aquellos que celebraban la proeza de descapitalizar la Alhambra para cubrir las vergüenzas de la Junta de Sevilla y pedí al alcalde, y a los responsables presentes (director del Patronato y delgado de Cultura de la Junta de Andalucía), que abrieran un debate sobre tan delicada cuestión; que convocaran otra reunión «virtual» si querían, para analizar la descapitalización de la Alhambra con destino a inversiones no debidas en principió. Aún estoy esperando. Y seguiremos esperando tal debate seguramente, porque han decidido, con el pretexto de la crisis pandémica que por vez primera se permita por la Junta de Andalucía se dedique el remanente de tesorería para emplearlo en Granada, rompiendo la hucha de la Alhambra, y con ello cubrir que no se destine nada a Granada en el presupuesto. Esa primera vez que se va a permitir tamaña medida que celebraban con triunfalismo, además de una patraña, es solo un engaño para encubrir lo que vengo señalando, que la Junta no dedicará ni un euro a inversiones en Granada y que ese dinero generado por la Alhambra a lo largo de décadas, que siempre fue preservado con delicadeza por los dirigentes de casi un siglo, como no podía ser de otro modo, será entregado, o mejor, se lo apropiará la propia Junta para su uso en inversiones y obras que ella misma dejará de hacer y que la Alhambra no debe soportar.
Lógicamente habrá que estar vigilante para ver el destino que finalmente se da a dichos fondos del Monumento, porque además de quedar desprotegido ante cualquier contingencia que pudiera sobrevenirle, no debería ser empleado para cubrir las vergüenzas de una Administración autonómica que solo se acuerda de nosotros para perjudicarnos ¾da igual quien la gobierne¾.
El dinero de la Alhambra para Granada, por supuesto que sí, pero no de este modo que más bien recuerda una versión moderna del saco de Roma o de Gante. Por eso hay que comenzar diciendo, y ya veremos: “No a la descapitalización de la Alhambra”.
Apoyo lo dicho por Cesar Girón