No habrá indulto en la Semana Santa por primera vez en diez años
- La última beneficiada hasta el momento en Granada por un indulto a propuesta de la hermandad de la Soledad fue, en 2019, una mujer de nacionalidad española y mediana edad, que cumplía condena, ya en tercer grado, por un delito contra la salud pública
La Soledad de San Jerónimo no procesiona este Viernes Santo, como el resto de cofradías, por las restricciones derivadas de la declaración del estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus, en un año que, además, es el primero en una década en que el Gobierno no concede el indulto a un preso común a solicitud de esta hermandad de Granada, conocida popularmente como la de Las Chías.
El hermano mayor de la Soledad, Enrique Crespo, ha mostrado su intención de que, si no ahora, el indulto llegue más adelante, en un año especial para la hermandad, que tiene prevista la Coronación Canónica de su titular mariana a principios del próximo noviembre. Ese podría ser «un buen momento», ha indicado Crespo, que también ha planteado «cualquier otro mes» como septiembre, cuando podría haber procesiones de las que no se van a realizar ahora, siguiendo las recomendaciones de la Santa Sede.
Aunque parte de la base de que tiene «otras prioridades», en el marco de la gestión de la crisis del coronavirus, Crespo ha apuntado que «no entiende» que el Gobierno no conceda este año esta histórica medida de gracia, recuperada en 2010 por esta hermandad. «Esas criaturas también se merecen el indulto, independientemente de que los demás estemos confinados», ha agregado.
La hermandad ya había gestionado la solicitud para un reo con la Audiencia Provincial, con la que ha estado en contacto hasta el último momento, cuando se ha confirmado que el Gobierno no concederá este año estos indultos a petición de cofradías que procesionan en Semana Santa. En cualquier caso, Crespo ha abundado en que «2020 es muy largo», y ha explicado que ahora mismo está centrado en la «obra social» que habrá de atender a los hermanos con problemas económicos derivados de la crisis del coronavirus.
En la hermandad, este Viernes Santo tan especial están en contacto a través de la web y las redes sociales, y envían los cultos «por escrito» a los hermanos para su rezo y celebración «en casa», como los años en que la cofradía no se puede poner en la calle por la lluvia. Vídeos recopilatorios de imágenes de estaciones de penitencia de otros años, y fotografías de los pasos serán compartidas también por Internet.
La última beneficiada hasta el momento en Granada por un indulto a propuesta de la hermandad de la Soledad fue, en 2019, una mujer de nacionalidad española y mediana edad, que cumplía condena, ya en tercer grado, por un delito contra la salud pública. Se lograba, de este modo, «reducir unos meses» una pena por un hecho que pudo ser «un error puntual» en su vida, explicó entonces el hermano mayor, quien resaltaba que «cada año es más difícil» para la hermandad conseguir esta medida de gracia.
En la procesión y de forma anónima, esta mujer, que cumplió su condena en el penal de Albolote, fue, portando una vela, detrás del catafalco del Cristo del Descendimiento.
Según la tradición, el reo va escoltado por dos hermanos de la Soledad, y junto a un tercero que llevará un cojín con el pergamino con la resolución del indulto, que firman, antes de la salida del cortejo desde el Monasterio de San Jerónimo de Granada capital, representantes de la Audiencia de Granada, el Arzobispado, la Real Federación de Hermandades y Cofradías, la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento, así como el Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra, en representación del Rey Felipe VI.
La cofradía granadina recuperó este privilegio en 2010, después de 82 años, ya que llevaba sin hacerlo desde 1928, cuando le fue conmutada la pena capital a un reo que había sido acusado de homicidio que logró reducir su castigo a cadena perpetua gracias a la merced otorgada por Alfonso XIII.
Sin embargo, a principios de esta pasada década, el preso elegido, que disfrutaba de un tercer grado, fue detenido por tráfico de drogas dos días antes de que se le otorgara el privilegio y después condenado a cuatro años y medio de cárcel por un delito contra la salud pública.
Aun así, la hermandad, que había decidido recuperar la tradición con motivo de los 450 años de su fundación, volvió a pedir otro indulto al año siguiente, sin que entonces se registraran incidentes de ningún tipo.
El indulto fue concedido por primera vez por la Reina Victoria Eugenia de Battenberg, hermana mayor honoraria y esposa del Rey Alfonso XIII, a quien se le solicitó con motivo de su onomástica en 1927.
Así, el 2 de abril de 1928 la Dirección General de Justicia, Culto y Asuntos Generales, y por acuerdo del Consejo de Ministros, propuso a Alfonso XIII la conmutación de la pena de muerte por la inmediata de cadena perpetua a un reo de Alhendín en el acto de la Adoración de la Santa Cruz del Viernes Santo de ese año, tal y como luego se hizo.
Tradicionalmente, las cofradías solicitan esta medida de gracia para aquellos reos del ámbito de su provincia que cumplen los requisitos de cualquier indulto ordinario, en los que concurren razones de justicia, equidad o utilidad pública.
En 2019, la Virgen de la Soledad, que celebró el reconocimiento diocesano de la Curia por la devoción de Granada a esta talla mariana, que lleva casi 400 años procesionando en Viernes Santo de forma prácticamente ininterumpida, recuperó sobriedad en su estación penitencial en la calle.
Así, la dolorosa, obra de Pedro Mena en el XVII, fue ataviada al modo del principios del siglo pasado, también en conmemoración de la distinción de la Curia, por la que salió en rosario vespertino en otoño de 2018.