Onofre Miralles tira de símil taurino para advertir a Luis Salvador
- «Cuando un toro flaquea o flojea, es norma obligada devolverlo a los corrales», ha asegurado el líder de Vox en Granada
En pleno Corpus, Onofre Miralles se ha puesto torero. Ante los constantes capotazos de Luis Salvador para no contestar sobre la forma que tendrá el Gobierno de Granada o si Vox se incluirá en él, el portavoz de la formación de extrema derecha ha usado su perfil de Twitter para asestar la primera cornada en el ruedo particular en el que se ha convertido la situación del consistorio granadino.
«Querido amigo, cuando un toro flaquea o flojea, es norma obligada devolverlo a los corrales», ha comenzado advirtiendo Miralles al nuevo alcalde de la ciudad antes de rematar asegurando que «en Granada hay 3 pañuelos verdes. Tenga la garantía de que sabemos sacarlos». En el mundo de la tauromaquia, el pañuelo verde es utilizado para indicar que el toro debe ser devuelto a los corrales, una clara alusión a la posible moción de censura con la que ya amenazó ayer Macarena Olona.
Desde Vox han optado hasta el momento por la fórmula del silencio ante los designios de PP y Ciudadanos. Sin embargo, nada es eterno y algunos de los miembros de la formación comienzan a mostrar su hastío con una situación en la que prefieren verse luchando en la oposición que aplaudiendo un Gobierno en el que no cuentan.
.@LuisSalvador , querido amigo, cuando un toro flaquea o flojea, es norma obligada devolverlo a los corrales. En Granada hay 3 pañuelos verdes. Tenga la garantía de que sabemos sacarlos. @bsagustino@MonicaGrx @quicochirino @Leopoldo_Rama @lola_quero @Macarena_Olona @fjocana
— Onofre Miralles (@onofremiralles) June 19, 2019
«Empiezo a desconfiar de quienes me dieron la mano el pasado sábado»
Instantes después, Miralles ha querido complementar su mensaje taurino atizando más a Salvador. «El toro no es noble, flaquea y está despistado mirando para Madrid», ha explicado el portavoz de Vox, «falta llamar a los cabestros para que lo saquen del ruedo». Tras ello, ha querido dejar atrás las metáforas para asegurar que «lo más que me he alejado de Granada estos días es a La Herradura a comerme unos espetos. Nos dimos la mano en Granada y es en Granada donde espero que cumplan lo pactado».
En esta línea, ya más directa, el número uno de la formación de extrema derecha ha tildado la situación de «una vergüenza inasumible para una persona seria» y ha confesado que empieza «a desconfiar de quienes me dieron la mano el pasado sábado». «El sabio refranero español me dice que lo que mal empieza, mal acaba».
«Espero que me expliquen muy bien el pacto de la Cibeles porque yo, criado en el barrio del Gran Capitán, soy de repasar las cosas en Granada y de mirar hasta la última coma», ha señalado, «estoy empezando a preocuparme y a ponerme serio que, ya lo he dicho y lo reitero, el macho no es capón».
