PISA Moreno

Dice el pasodoble “El relicario” (1914) “Pisa morena / Pisa con garbo / Que un relicario / Que un relicario me voy a hacer / Con el trocito de mi capote / Que haya pisado / Que haya pisado tan lindo pie”. A final de curso cabe adaptar la letra al hecho de que el presidente Moreno y su banda pisen, pisoteen, la Educación Pública andaluza, como refleja el último Informe PISA: “PISA Moreno / PISA con ganas / Que un mal calvario / Que un mal calvario voy a pasar / En el trocito de mi colegio / Que han pisado / Que han pisoteado tus pies”.

El alumnado español ha cosechado, en el Informe del Programa para la Evaluación Integral de Alumnos (PISA) de 2022, la peor media de la historia en Matemáticas (473 puntos), ha empeorado en Lectura (474 pt.) respecto a 2018 y ha mejorado en Ciencia (485 pt.). El resultado en Andalucía es peor, recogiendo una puntuación menor que la media nacional en Matemáticas (457 pt.), Lectura (461 pt.) y Ciencia (473 pt.). El Informe es trienal y lo elabora la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 81 países.

Como novedad de 2022, el volumen III de PISA ha abordado como nueva competencia el pensamiento creativo, cuya media de 32,8 puntos en España se aproxima a la de la OCDE (32,7 puntos) y queda por encima de países como Alemania, Francia, Países Bajos o Italia. La prueba exploró la competencia de los estudiantes en tres procesos cognitivos: generación de ideas diversas, generación de ideas creativas y evaluación y mejora de las ideas. Andalucía vuelve a quedar por debajo de la media de España, la OCDE y la UE.

En PISA 2022, los estudiantes favorecidos socioeconómicamente tienen mayor rendimiento en pensamiento creativo que los desfavorecidos, con diferencias en España de 7,9 puntos a favor del alumnado favorecido. En el caso del alumnado migrante, los resultados muestran una menor diferencia con el alumnado nativo en España que en la ODE y en la UE. En cuanto a la diferencia de rendimiento de chicos y chicas, la balanza se inclina a favor de ellas con una diferencia de 2,2 puntos, menor que la media de la OCDE (2,7) y la UE (2,6).

Los resultados tienen relación con la inversión por alumno en educación y el presupuesto de Andalucía está en el vagón de cola respecto a otras comunidades autónomas y bastante por debajo de la media de la OCDE, con bajos niveles de renta y una baja inversión por alumno en educación. En 2021, el gasto por alumno en centros públicos hasta la enseñanza no universitaria era de 10.214 € en Euskadi y de 8.478 € en Navarra, mientras en Madrid era de 5.607 € y en Andalucía de 5.778 €, situándose la media nacional en los 6.540 €.

A pesar de los datos, buena parte de la opinión pública española, súbitamente diplomada en Ciencias de la Educación, señalará con dedo acusador a esas profesoras y esos maestros que le tienen manía a sus tiernos retoños, que son demasiado exigentes y que se dedican a enseñar cosas que no sirven para nada. Es la misma opinión pública que se desentiende de la educación en casa y deshace la labor que el profesional de la enseñanza realiza paciente y abnegadamente a lo largo del curso, transmitiendo valores en muchos casos disruptivos.

La Consejera del gobierno de Moreno, en la línea de cinismo PP (Prepotente y Populista), dice que los datos “no son buenos ni para Andalucía, ni para España, ni para Europa, ni para el mundo porque recogen los efectos de la pandemia”. Mal de muchos… Da la vuelta a la realidad para presumir de que Andalucía no haya bajado del último escalón que ocupa, a diferencia de las comunidades y países que encabezan la clasificación y siguen por encima de Andalucía en resultados e inversión. Lo dicho: “PISA Moreno / PISA con ganas…”. Y olé.

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