Preguntas pertinentes sobre el futuro del Parque de las Ciencias
Que los andaluces estamos de enhorabuena con nuestro presidente Moreno está fuera de toda duda, como lo demuestra el hecho de la extraordinaria relación que parece unir a Juan Manuel con el Papa Paco, que ha quedado materializada en el diluvio que desde el Domingo de Ramos se abate sobre Andalucía y el que según la AEMET, está aún por llegar hasta bien entrada la semana que viene, ahogando en agua el 90% de los desfiles procesionales de la Semana Santa 2024. Lo mismo el inquilino del Palacio de San Telmo hubiera debido pedirle al Papa Paco que intercediera para que la lluvia llegara a Andalucía una semana más tarde, porque está claro que nunca llueve a gusto de todos.
No sé sí por aquello de la semana de pasión que estamos viviendo y porque en estos días la información meteorológica y los llantos cofrades copan las páginas de los periódicos y los minutos de radio y televisión, Bonilla y su consejera, han decidido que el reclamado Consejo Rector del Parque de las Ciencias, exigido por la Asociación de Amigos del Parque, el PSOE e IU y por todo aquel que cree amenazado el futuro del Parque con el invento de ese Instituto para la divulgación educativa de la ciencia que se anunció para Málaga, se haya celebrara en las primeras horas de ayer, casi podríamos decir que con nocturnidad y alevosía.
Sorprende que la presidenta del Consorcio del Parque de las Ciencias y consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, haya rechazado que la Asociación de Amigos del Parque de las Ciencias, auténtico soporte social y ciudadano de la institución, pudiera tener voz en esa reunión, para hacer llegar al Consejo Rector sus razones para oponerse a la creación de ese nuevo organismo. No menos sorpresa causa el hecho de que la alcaldesa, Marifrán Carazo, tan proclive a reunirse con el Lucero del Alba, no haya tenido un minuto para escuchar a la Asociación de Amigos del Parque, ni se haya dignado responder a los requerimientos de entrevista, para darle a conocer las alegaciones en contra de esa figura que tan amenazadora resulta para el futuro del Parque.
Visto ese ninguneo me he tomado la libertad de prestar esta columna al portavoz de la asociación, Juan Mata, para que ustedes conozcan de primera mano, algunas preguntas que hubiera sido oportuno debatir en el mencionado Consejo Rector y que son las siguientes:
1. ¿Por qué la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional considera necesaria la creación de un nuevo organismo destinado a la divulgación científica en el ámbito escolar si esa misma función ya la tiene asignada desde hace décadas el Parque de las Ciencias de Granada y la viene desarrollando además con sobresaliente eficacia?
2. ¿Ha detectado la Junta de Andalucía, a través de algún tipo de evaluación, carencias graves en el cumplimiento de las tareas divulgativas en el ámbito escolar o social por parte del Parque de las Ciencias de Granada como para ver la necesidad de poner en marcha un organismo nuevo para realizar esas mismas tareas?
3. ¿Cuál es la razón técnica o política por la que la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional considera conveniente asignar idénticas tareas de divulgación científica a la Secretaría General de Formación Profesional y Tecnologías Avanzadas, a la que se adscribiría el citado Instituto Andaluz de Divulgación Educativa de la Ciencia, y a la Secretaría General de Desarrollo Educativo, a la que quedaría adscrito el Parque de las Ciencias, siendo ambos departamentos de la misma consejería?
4. ¿Por qué la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional considera oportuno duplicar funciones cuando en el propio preámbulo del Borrador de Decreto de creación del Instituto Andaluz de Divulgación Educativa de la Ciencia se invoca el artículo 129 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, que plantea, entre otras exigencias, que la iniciativa normativa debe estar justificada por una razón de interés general, basarse en una identificación clara de los fines perseguidos, ser el instrumento más adecuado para garantizar su consecución, basarse en el principio de eficiencia, evitar cargas administrativas innecesarias o accesorias y racionalizar, en su aplicación, la gestión de los recursos públicos?
5. ¿Cómo piensa la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional financiar el gran “volumen de proyectos de difusión que se prevén, así como los variados servicios que prestará el Centro y el importante volumen de alumnado destinatario”, según se lee en el preámbulo del Borrador de Decreto, en una época de austeridad y a sabiendas de que las tareas asignadas al nuevo organismo ya las cumple con notorio éxito y reconocimiento nacional e internacional el Parque de las Ciencias de Granada, convertido en el “gran referente de la divulgación científica en el Sur de Europa”, en palabras de la propia Consejería?
Lo cierto es que, viendo lo que se le venía encima, la Junta de Andalucía, ha dado marcha atrás con el Parque bis de Málaga y para resarcir el desaire que este proyecto ha supuesto para el genuino Parque de las Ciencias, como demuestra la movilización no ya de partidos políticos, que también, en el caso de PSOE e IU, sino de la sociedad civil granadina a través de la Asociación de Amigos del Parque de las Ciencias -que ha reunido miles de firmas- y la propia Universidad de Granada, que expresó su malestar, la consejera ha anunciado que encomienda al museo granadino la estrategia andaluza de divulgación educativa de la ciencia. Es el as con el que el Gobierno andaluz enmienda su errónea decisión, muy cuestionada.
Patricia del Pozo ha ido un pasito más allá asegurando que el centro malagueño «mantendrá su nombre tradicional de Principia». Es decir, ya no será el Instituto Andaluz de Divulgación Educativa de la Ciencia; dispondrá del mismo personal y presupuesto que tenía y seguirá con su labor de divulgación sin que suponga ninguna merma para el Parque de las Ciencias.
Con independencia de que nos fiemos mucho, poco o nada de la palabra de la Junta, esa rectificación en toda regla se ha conseguido merced a la movilización social, mediática y parcialmente política de Granada, lo cual demuestra que cuando abandonamos el pasotismo que nos caracteriza, somos capaces de conseguir muchas cosas ¿Qué tal si ahora nos ponemos manos a la obra con la Escuela Andaluza de Salud Pública, Sierra Nevada, la Alhambra, o el Centro de Documentación Musical de Andalucía
Totalmente de acuerdo con lo que escribes sobre el P.Ciencias. Tampoco me fio de las promesas de la Junta al igual que desconfío de la palabra de la alcaldesa , quién iba a defender a Granada los 365 días del año. Creo que su actitud ante esta «ofensa» no ha sido de defensa, sino más bien de sumisión.