Quo Vadis Europa

En este mes de junio se celebrarán las elecciones europeas, entre los días 6 y 9. En España el día de votación será el domingo 9 de junio.

Europa actualmente es el mayor espacio de democracia, libertad y bienestar social del mundo (Modelo Social Europeo, Estado del Bienestar), de lo cual nos debemos sentir orgullosos. Pero alcanzar este grado de desarrollo humano ha costado innumerables guerras y millones de muertos. No ha sido una dádiva de los Dioses.

Desde los tiempos antiguos hasta la actualidad, se han sucedido conflictos sociales entre las oligarquías ostentadoras del poder y los grupos sociales bajo su dominio.

Por ejemplo, la lucha por la igualdad política entre los patricios romanos y los plebeyos duro desde el año 494 a.C. hasta el 287 a.C. (en este evento destacó la familia patricia Graco, valedores de las demandas de los plebeyos). También se puede recordar las revueltas campesinas contra los abusos de los señores feudales, los movimientos heréticos y las corrientes culturales reformistas (cátaros, iluminatis, masones, humanistas, ilustrados,…), la revolución francesa y los levantamientos anarco-socialistas de los siglos XIX y XX. Todo esto desemboca finalmente en la Segunda Guerra Mundial (en Europa en realidad tuvimos una guerra civil entre los grupos ideológicos nazi-fascista, social-comunista y demócratas-liberales), a cuya finalización se ponen las mimbres para la implantación del actual modelo europeo. La progresiva caída de las últimas dictaduras fascistas en la zona occidental (España, Portugal) y comunistas en el este europeo (Caída del Muro de Berlín) instaurándose estados democráticos de derecho, el desarrollo de las libertades civiles, la adopción del Estado del Bienestar como fundamento de la cohesión social, la asunción de una identidad colectiva europea,… ha permitido construir esta confederación de estados que es la Unión Europea.

No obstante, actualmente nuestro modelo está en peligro tanto por amenazas internas (populismos, desequilibrios sociales, crimen organizado y mafias, intereses espurios nacionales y de grupos de presión,…), como por amenazas exteriores (migración, terrorismo islámico, Rusia, inestabilidad en el norte de África y Oriente Medio, cambio climático,…). A estas amenazas hay que darle una respuesta para poder seguir conservando nuestro modelo de vida y de sociedad.

En mi opinión, solamente a partir de una acción única e integrada de la Unión Europea será posible alcanzar este objetivo. En un mundo controlado en mayor o menor grado por varias potencias geopolíticas (Estados Unidos, China, Rusia, India) es necesario que la Unión Europea sea una potencia con voz propia. Ningún estado europeo tiene actualmente fuerza para poder influir de forma individual en el ordenamiento mundial, nuestra fuerza viene de nuestra unión colectiva.

Pero para ello, se debe avanzar hacia un modelo federal (una nación política conformada por múltiples naciones culturales), con eliminación de la unanimidad a favor de la mayoría cualificada en la toma de decisiones, fortalecimiento del poder del Parlamento Europeo y de la Comisión europea frente al Consejo europeo, creación de un ejército europeo y de una diplomacia única (aunque con existencia de oficinas de representación de los diferentes estados europeos en países terceros), reforzamiento de EUROPOL y de la agencia FRONTEX para incrementar la seguridad interior y de nuestras fronteras, mayor integración económica y bancaria así como homogeneización de los impuestos que nos asegure ser un bloque económico fuerte a nivel mundial, impulso a medidas en pro de la soberanía industrial (recursos minerales, energía, transportes, telecomunicaciones, nuevas tecnologías, sanidad) y alimentaria (sí a la importación de productos foráneos, pero que cumplan los mismos requerimientos de calidad y derechos laborales que los productos europeos).

Aunque la gran mayoría de la sociedad europea suele votar en estas elecciones en clave nacional (en España tendrá una importancia capital la diatriba a favor/en contra del actual gobierno), hay que recordar que estas elecciones son para la gobernanza de la Unión Europea y para la determinación de las líneas de actuación política y de gestión de esta (presupuestos y destino del gasto público, cohesión social, agenda verde, políticas de inmigración, acción exterior).

Por ello, abogo por votar a alguna de las diferentes opciones comprometidas con el proyecto europeo desde perspectivas realistas (liberales, democristianos, socialdemócratas), haciendo frente tanto a los grupos del populismo de izquierdas (imposición del “buenismo europeo” en las políticas migratorias, ambientales o de defensa) como al populismo de derechas (desmantelamiento de la Unión Europea mediante su transformación en una mera asociación económica).

Animo a participar en las próximas elecciones europeas:

– Por el pasado: por todas las personas que dieron su vida luchando por la libertad y la democracia.

– Por el presente: para seguir avanzando en la construcción europea y asegurar nuestras libertades y modelo de vida.

– Por el futuro: por una Europa libre, democrática y soberana, con voz propia en el escenario internacional.

Está en nuestras manos.

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COMENTARIOS

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    Manuel 6 meses

    Totalmente de acuerdo, Cesar. Me da la impresión que no valoramos suficientemente lo que somos. Vivimos en el continente con mayor democracia, más igualdad y mayor seguridad del mundo y eso que no tenemos ni materias primas , ni fuentes de energía, ni potencia militar para ello. Europa , nuestra Europa, debe ser fortalecida, pero ante todo los eropeos debemos ser conscientes de que tenemos más de lo que en potencia podemos y que solo juntos podemos progresar.

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