San Valentín victoriano

Ya estamos en febrero y ¿de qué va este mes? De amor y de amistad. ¡Qué bonito! Así que como yo os quiero mucho y este es nuestro mes os he hecho un artículo de San Valentín victoriano para que podáis celebrarlo, ya el año que viene, como unos auténticos románticos. Pd: esto no es una indirecta para mi marido que dice que San Valentín lo inventó el Corte Inglés, que Charles Dickens ya lo celebraba…. Bueno, que me lío. ¿Cómo celebraban los victorianos este día tan maravilloso, amoroso y precioso? pues con un buen ramo de flores, Tussie Mussie lo llamaban,  y según las flores que te regalaran tenían un significado u otro: tulipanes rojo (te amaba), madreselva (recordaba el vínculo amoroso, por si se le olvidaba a alguna los veinte años de matrimonio), artemisa (recordaba a la dama que estaba siempre en el pensamiento de su amado), claveles rojos (fascinación, pasión y amor verdadero) y espuela de caballero (profunda devoción). A ver si el año que viene me encuentro un buen ramo de claveles rojos y artemisas, pero que no es una indirecta ni nada, ojo ahí.

Otro detalle es que en esta época como las mujeres no debían comentar su edad, todas tenían taitantos como diría Lina Morgan, se proponía un pequeño juego que os invito a hacer. Pedimos a la dama que escriba el número del mes en el que nació; después multiplicamos ese número por 2, luego sumamos 5, multiplicamos por 50 y al número resultante se le suma la edad de la dama. Después al número que hemos obtenido le restamos 365 y le sumamos 115. Acto seguido le pedimos que nos diga el número resultante: los dos números a la derecha de la cifra nos dirán la edad de la dama y el número o números de la izquierda su mes de nacimiento. ¿Os ha quedado claro? A mí no, yo voto por preguntarle directamente, es mucho más fácil para la gente de letras. Y, para rematar este edadismo exacerbado os voy a poner la tabla de las posibilidades que tenías de casarte según la edad: 1% entre 50 y 56 años, 2% entre 45 y 50, 3% entre 40 y 45, 4% entre 35 y 40, 15% entre 30 y 35, 18% entre 25 y 30, 52% entre 20 y 25 y 14% entre 15 y 20. Total, que si cumplís el año que viene veinte años y os mandan un buen ramo de tulipanes rojos ya solo tenéis que coquetear con el ritual del pañuelo. Yo no,  porque mis posibilidades a esta edad son nulas ya, y si a eso le sumas mi malafollá y que no tengo pañuelo apaga y vámonos. Bueno, las señas: pasarlo por los labios (estoy deseando conocer a alguien, aquí hay tema no importa con quién), por los ojos (lo siento), en la mejilla (te quiero), en la frente (nos observan), por las manos (te odio), dejarlo caer(seremos amigos), doblarlo (deseo hablar contigo), apoyarlo en la mejilla derecha (sí), en la izquierda (no), sobre los ojos (eres cruel), pasarlo por encima del hombro (sígueme), girarlo con ambas manos (indiferencia), girarlo con la mano izquierda (deseo librarme de ti), con la derecha (amo a otro), alrededor del dedo índice (estoy comprometida), alrededor del tercer dedo (estoy casada), agitarlo cerca de alguien tres veces ( váyase al diablo)…..¡Madre mía! ¡Qué estrés!  No me aprendería esto en la vida, estaría todo el día mandando mensajes equivocados… Voy a probar. A ver,  un mensaje para mi marido: doblo pañuelo, giro por el tercer dedo, me lo paso por los ojos, me sueno los mocos (que quiere decir quiero un Tussie Mussie) y si sigue sin haber un ramo lo agito tres veces. Ja, ja, ja. A ver si para el año que viene pilla la indirecta.

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