Un estudio sobre el discurso del odio revela que la persona diana es mujer, de 40 a 50 años
- El diagnóstico es una de las acciones promovidas por la Mesa Provincial de Diálogo Intercultural de Granada, integrada por la Diputación, el Centro UNESCO Andalucía y el Instituto de la Paz y los Conflictos de la UGR, entre otras entidades
La persona diana del Discurso del Odio (DO) en la provincia de Granada es mujer, de unos 40 a 50 años, que lleva en España más de 5 años, que gana menos de 1.100 euros al mes, que se autodefine como progresista, que es objeto del DO por su ideas políticas, su apariencia física o por pertenecer a una minoría étnica y religiosa”. Esta es una de las principales conclusiones de una encuesta realizada sobre el discurso del odio en la provincia de Granada, una acción promovida por la Mesa Provincial de Diálogo Intercultural de Granada, constituida tras un convenio de colaboración suscrito en 2019 por la Diputación, el Centro UNESCO Andalucía y el Instituto de la Paz y los Conflictos de la UGR con el objetivo de promocionar la cultura de paz y el diálogo intercultural.
En el marco de la Mesa Provincial de Diálogo Intercultural de Granada, a la que se sumaron la Fundación Secretariado Gitano, la Federación Andaluza Arco Iris y la Unión de Comunidades Islámicas de Andalucía, se acordó realizar un diagnóstico sobre la situación del Discurso del Odio en la provincia para trabajar en la prevención a partir de los resultados. El estudio, que se ha llevado a cabo este año, ha estado dirigido por José Ferrer Sánchez, doctor en Ciencias Sociales por la UGR, Investigador-Colaborador del Instituto de la Paz y los Conflictos y coordinador de la Mesa Provincial Diálogo Intercultural.
Tal y como recoge el estudio, el Discurso del Odio es un término que pretende degradar, intimidar, promover prejuicios o incitar la violencia por motivos de pertenencia a una nacionalidad, raza, religión, orientación sexual, discapacidad, lengua, opiniones políticas o morales, status social, ocupación, apariencia física, capacidad mental y cualquier otro elemento de consideración”.
Se trata, en síntesis, indica el estudio, de la promoción del odio por ser diferente.
Para realizar el estudio fueron encuestadas 313 personas de la provincia, a las que se les planteó un cuestionario de 29 preguntas. Según las conclusiones, la mayoría de los encuestados no tiene un concepto claro sobre lo que es el Discurso del Odio como definición, pero sí sobre lo que provoca.
Las personas que han sido víctimas del Discurso del Odio lo han sido, en un gran porcentaje, por opiniones políticas, por ataques sexistas y en menor medida por pertenecer a una minoría, por lo tanto, por racismo y xenofobia, según indican las conclusiones del estudio. También subraya que un porcentaje muy alto de esos ataques se realizan con comentarios hirientes en las redes sociales, en especial Whatsapp, Facebook e Instagram.
El trabajo destaca en sus conclusiones que la intención real de los ataques era reproducir sesgos y estereotipos racistas, hacer realmente daño, por actuaciones racistas y por acoso (un 88,8%)”. Un porcentaje elevado reconoce que ha hecho Discurso del Odio a personas, aunque la mitad de los encuestados no está segura del todo y entiende que lo hizo por la expresión libre de sus ideas. Ese extremo parece como más peligroso y preocupante, ya que no reconocen que esos comentarios hirientes o perjudiciales no son realmente Discurso del Odio, sino expresión libre de ideas…”, subraya el estudio, que incide en que es fundamental “reconocer el DO para poder lograr su erradicación o aminoración. El diagnóstico también subraya el hecho de que los encuestados identifiquen al otro, al migrante o extranjero, como culpable o responsable de la situación social-económica.
El estudio concluye que existe una confusión general entre delitos de odio y Discurso del Odio, de ahí que una gran mayoría de los encuestados considere que “el castigo por expresiones sobre el DO debe ser estricto y que debe de haber un castigo aunque no tenga efectos penales. Además, señala que las personas más concienciadas contra el DO son de ideología progresista, con un poder adquisitivo bajo y con una edad mayoritaria de entre 36 a 55 años.
Según el diagnóstico, las conclusiones de la encuesta indican también que al acusar al otro, al diferente, movilizan un nacionalismo primario y excluyente, se evita el debate público sobre la convivencia entre la sociedad local y las diferentes comunidades de inmigrantes y minoritarias”. “El diálogo es sustituido, en el mejor de los casos, por tolerar a los otros, y en el peor, por tratar de que dejen de venir, limitar sus derechos, o expulsarlos, precisa el estudio.